Capítulo 11

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Narra Snape.

La mire fijamente, no sabia que castigo ponerle, no había pensado en uno; me di vuelta dándole la espalda, con mi mirada busque algo, cualquier cosa para que lo limpiara o lo acomodara, creo que solo quería estar con ella, aun no entiendo la razón del por que pienso tanto en ella,- quiero que usted... Ya se! Limpiara los calderos- no escuche respuesta, voltee- entendió, señorita Gray?- la mire, estaba sonrojada, por que? No lo se,- S-si profesor- dijo, se dirigió hacia los calderos,-todo lo que necesita para limpiarlos lo encontrara en él aquella puerta-señale una puerta, camine hacia mi escritorio, tenia que calificar unos exámenes, los califique rápido, no me di cuenta de cuanto tiempo paso, se escucho un silencio incomodo que en un momento fue interrumpido por una voz... Su voz - ya termine de limpiar los calderos profesor- la mire, dirigí mi vista hacia un reloj que siempre mantenía en mi escritorio- lo hizo rápido señorita Gray- solo sonrió- pero aun es pronto para que se valla, así que puede comenzar a limpiar los libros de aquel librero- señale un librero que se encontraba a la izquierda,- si profesor- comenzo a limpiar, me sorprendió la velocidad con la que limpio los calderos, la mire por un momento, me levante de mi silla y camine hacia ella,creo que no se dio cuenta de que yo estaba detrás de ella,-disculpe mi atrevimiento, que edad tiene señorita Gray?- la asuste por que dio un pequeño salto, volteo a verme -  Eh? Tengo 17 años de edad, profesor- dijo, tome un mechón de su cabello y lo coloque detrás de su oreja, note un sonrojo en sus mejillas, me miro, le sonrei de lado y me  devolvio la sonrisa,- ya...ya termine, profesor- dijo, me aparte un poco de ella, observe él librero, estaba muy limpio y en orden, camine hacia mi escritorio,- puede retirarse- dije dándole la espalda, - no haré otra cosa, profesor?- pregunto,- no, ya cumplió con su castigo- dije,- oh, esta bien, hasta luego, profesor- fue lo único que escuche y vi como salia de mi despacho, me senté en mi silla,- limpio muy rápido, claro, cualquiera lo haría si estuviera en presencia del aterrador profesor de posiones, quizá se sentía incomoda e hizo todo lo posible por terminar rapido- pensé, era lo mas logico.

Esa noche no pude dormir, no podía dejar de pensar en ella y sus muy frecuentes sonrojos- se ve hermosa cuando se sonroja- pensé,- pero que cosas piensas Severus, es tu alumna, además es imposible que tu le gustes- me regañe, aun no comprendía por que la pensaba,-incluso...le Sonreí, nadie había provocado una sonrisa en mi cara- pensé, trate de dormir pero ella no abandonaba mis pensamientos, no podía dejar de pensar en su sonrisa, su cabello, sus ojos... No podía dejar de pensar en ella.

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora