XVII

54 2 5
                                    

C. S. Cross

Mientras veía los edificios pasar me preguntaba si esto sería todo, si el diría la verdad o mentira, era algo que me intrigaba, que tal si el mentira y yo digo la verdad o si él decía la verdad y yo mentía entonces en ambos casos iríamos a prisión ¿y si los dos mentimos?, que pasará cuando descubran la verdad y sepan que mentimos nos darán más años en prisión y eso a mis padres no les gustaría sería arruinar todo en lo que han trabajado y el simple hecho de pensar en ello me hace sentir mal, ¿Qué debo hacer? Esto es demasiado para mí... Cuando me di cuenta ya habíamos llegado y él estaba diciéndome algo que no podía oír hasta que el policía abrió mi puerta y es cuando volví a poner atención a la situación.

Nos bajaron del auto y entramos a la estación, nos hicieron sentarnos en unos cubículos separados por lo cual no pude preguntarle qué es lo que me estaba diciendo antes de bajar, pasaron varios minutos pero parecía que pasaron horas y se acercó a mí un policía alto, güero, que tenía algunos años más que yo.

-Hola

-Hola

-Te haré algunas preguntas ¿Está bien?

-Claro

-¿Cuántos años tienes?

- 21

-Vaya te vez más joven

-Gracias supongo

-Bueno quiero que me cuentes que hiciste hoy

-¿Explícitamente?

-No no tanto

-Bueno, me levante como a las 8, mi amigo paso a visitarme y me invito a salir, salimos cada quien en su moto, decidimos dejar las motos en el bosque ya que ahí no hay que pagar estacionamiento y esas cosas, cerca de ahí hacen unos ricos panes así que fuimos a comprar uno, tomamos un café, y caminamos por el parque más cercano del bosque, luego fuimos por las motos y unos policías estaban ahí, y nos preguntaron que hacíamos ahí, les dijimos lo que te acabo de decir pero menos explicado, nos fuimos a mi casa y pasamos el tiempo ahí hasta que llegaron los policías y nos pidieron que los acompañáramos y eso es todo.

-De acuerdo, ¿Había personas en el parque que pueda corroborar tu historia?

-No la verdad no, solo el que vendía en pan

-De acuerdo muchas gracias

-¿Eso es todo?

-Por el momento si

-Okay

A. Drew

Yo venía que ella estaba un poco distraída cuando estábamos en la patrulla, por lo tanto no sé si me escucho a lo que le dije, al parecer no porque cuando el policía abrió su puerta ella se veía desconcertada por un momento y luego tomo su postura de indiferente, al entrar al lugar nos separaron pero vi que ella quería preguntarme algo pero no podía, pasaron varios y un policía se acercó a ella, con una sonrisa de chico encantador, pero ella no lo noto, aunque yo quería quitarle esa sonrisa ya que se la está dando porque le había gustado y eso me enojo mucho, lo malo es que no podía hacer nada.

Mientras ellos hablan no puede evitar escuchar la historia que estaba dando, pero en eso un policía se acercó a mí.

-Hola, te haré unas preguntas y quiero que me contestes con toda sinceridad ¿de acuerdo?

-Está bien

- ¿Qué es la chica de ti?

- Es mi novia o amiga aún no se

- ¿Qué quiere decir con eso?

-Pues es mi amiga, pero yo quiero algo más, aunque no sé si ella quiera, aun no se lo pregunto ¿me entiende?

-Claro, ahora dígame ¿Qué hizo desde que se levantó?

-¿Seguro quiere que le diga que hice desde que me levante? *dije seductoramente

-No tan explicito

-De acuerdo, me levante y fui a casa de mi amiga como a las 8 la invite a desayunar, pero para no pagar estacionamiento, decidimos dejar las motos en el bosque, luego caminamos y compramos algunos panes y café, fuimos al parque que están a unas cuadras el bosque y nos sentamos ahí a tomar nuestro desayuno, al terminar decidimos caminar un rato y ya después fuimos por las motos donde nos encontramos a sus compañeros que nos interrogaron por dejar nuestras motos ahí y después nos fuimos a su casa, pasamos un rato ahí hasta que llegaron ustedes y nos hicieron venir aquí.

-Había gente en el parque que pueda corroborar tu historia

-Que yo recuerdo no solo el tipo al cual le compramos el café y el pan

-Bien eso es todo por ahora ya se pueden ir

-Bien esperamos que les hayamos sido de ayuda, hasta luego

La tome de la cintura y salimos del lugar, caminamos ya que no llevábamos moto ni dinero, paseamos por una hora hasta llegar a su casa, entramos y ahí estaba mi querido hermano viendo la tele, al vernos apago esta y se acercó a nosotros.

-¿Qué paso? ¿Qué les dijeron?

-No mucho, nos preguntaron que hicimos todo el día

-¿Y?

-Y ya, ¿Qué hiciste con el cuerpo?

-Lo arroje a un acantilado

-¿Alguien te vio?

-No

-Bueno, ahora ¿Qué haces aquí?

-¿Qué no puedo venir de visita?

-Tú nunca vienes de visita, así que dime ¿Qué es lo que quieres?

-Bien necesito que me ayudes con un trabajo en Manhattan

-¿Qué clase de trabajo?

-La verdad no es fácil, tengo que matar a la hija de un empresario millonario, pero alguien le aviso que iría tras su hija por lo que la puso en una casa de refugio con alta seguridad, y hasta ahora no sé dónde se encuentra, y solo tengo hasta el 16 de noviembre para cumplir con el trabajo sino yo estaré muerto

-¿Por qué hasta el 16 de noviembre? *pregunto ella

-Porque ese día el padre creara una empresa que acabara con todo el país y para detenerlo necesitamos quitarle lo que más ama, su hija

-No te ayudare

-¿Qué? ¿Por qué no?

-Porque estoy harto de ayudarte cuando te amenazan con tu vida, eso le quita lo interesante a la muerte

-Por favor, eres el único que me puede ayudar, te lo ruego por favor

-Lo tendré que pensar, pero no me presiones

-De acuerdo

-Bien, ahora vete y espera mi respuesta


La satisfacción de matar (Pausada)Where stories live. Discover now