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No puedo negar que a mi también me gusta el voleibol.

Me apasiona, y a veces siento que ya deja de ser una simple afición de los tiempos libres, tocar el balón, hacer pases y sobre todo la adrenalina que siento al jugar, es inigualable.

Pero he de contradecirme, este hobby tiene algunos límites para mi cuando me restringen las oportunidades de formar parte del equipo, y, por ende, no poder jugar más.

¿Y por qué nos cuentas esto? Sólo lo mencionaba, sigo disfrutando de observar los buenos partidos y de emocionarme con las impecables jugadas de los equipos que veo en televisión. Ya no disfruto jugarlo, o también de las pocas veces que pude jugar correctamente en el equipo femenino.

En mi caso, la capitana era una pesada, era holgazana, no cumplía su puesto y sobre todo, criticaba destructivamente mis pases -porque yo era colocadora- justificándose con su baja estatura, y se notaba que le gustaba el capitán del equipo de los chicos, en las prácticas mixtas, ella trataba de llamar su atención, haciendo que yo colocara de formas que nunca practique.

En resumen, por peleas con ella y el equipo, dejé las prácticas de vóley en la escuela, no en general ya que en educación física nos obligan a seguir jugando, ya entenderán mi punto.

Ya, ya, mejor hablo un poco de mí. Soy una chica bastante tranquila, a veces un poco explosiva y con problemas de ira cuando me enojo, pero eso es normal en mí. Soy Otaku. Friki de los videojuegos y Fujoshi.

-Miyamura-san ya te empiezas a parecer a Kozume-kun -oí hablar una compañera detrás de mí-. Te la pasas al igual que él, siempre con tu teléfono viendo a esos muñecos animados feos.

¿Cómo se atreven a insultar a mis queridos husbandos? ¿Querrán pelear? Nah, sólo quieren manifestar sus deplorables vidas amorosas, como la mía.

-Es mi problema si me parezco a él o no -rodé los ojos, creo que no entienden el concepto de mantener un perfil bajo-. ¿No deberían irse? La última clase terminó hace mucho.

-Ya empiezas a volverte Emo, con el pelo tan horrendo y en la cara -dijo la otra chica y solté una risita, además de sonreír con sorna.

No saben lo que se llama estilo. Y, en definitiva, soy libre de elegir lo que a mí me gusta. Como en los animes Yaoi. Los protagonistas si quieren estar con un chico lo hacen y ya está.

No tengo el pelo en la cara a propósito... Me cortaron mal el pelo en la peluquería. Les dices "solo las puntas" y te cortan como quieren. Mis pobres mechones que cubren un poco mi cara son víctimas de una mala peluquera.

Me concentré devuelta en mi teléfono, estaba llegando al final de la ruta principal de la novela visual. ¿Y por qué en la escuela? Porque anda mejor el Wi-Fi de la escuela que el de mi casa.

-¡Kenma, no faltes al entrenamiento solo por un videojuego! -volteé al ver a la persona que se asomaba por la puerta del salón de clases.

Kuroo Tetsurou. Si no fuera porque la capitana está enamoradísima de él... Quizás ahora mismo seguiría en el equipo. No se que le vieron a este chico, aunque lo admito, es bastante guapo.

-Kozume-kun se fue hace más de media hora, yo que tu debería buscarlo en otro lado -me encogí de hombros y regresé la vista a mi teléfono.

-Maldita sea, justo hoy se le da por irse -chasqueó la lengua-. Espera. ¿Tu no eras la colocadora del equipo de las chicas?

-Tú lo dijiste, era.

Nos quedamos en silencio por un momento y él se adentró en el salón.

-¿Y qué vas a hacer ahora? -rascó su nuca y sonrió.

Frikismo Por El Volleyball -Kuroo Tetsurou-  [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora