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-Dime ¿Que paso en esa habitación?
-Ni yo lo se voz.
-Sabes, basta de decirme voz, tengo nombre dime Howld.
-¿Howld?
-Si, ese nombre me lo diste hace años ¿Que no lo recuerdas?
-No -agache la cabeza- perdóname pero algunas cosas las eh olvidado.
-Eso lo se, pero ahora tenemos que ver como saldremos de aquí.
-¿Y como lo haremos?
-Te prometo que tu y yo saldremos esta misma noche, ahora hay que ver como se ordena la vigilancia.
-Esta bien Howld. ¿Adonde voy?
-Al cuarto, iremos por el camino mas largo para ver los guardias.
-Esta bien.
Camine por toda la clínica, tenia que ver donde se encontraba cada uno de los guardias de seguridad; al entrar a la clínica subí las escaleras para llegar a la habitación, pero a mitad del camino una enfermera me detuvo.
-Señorita Jane ¿Que hace usted aquí? Debe de estar en su habitación, vamos la escolto si no la regañaran.
-Claro
Caminamos hasta el cuerno y me dejo dentro, cerro con llave y se retiro de aquel lugar, al verla irse de ahí, me asome por la pequeña ventana que hay en la habitación, mire a través de los barrotes y mire hacia abajo, mi habitación se encontraba en el 5° piso, para poder salir por ahí debía tener mas sabanas, para que llegue mas pronto al suelo y no me cueste tanto brincar la barda, aunque no sabia como saldría de aquel cuarto con los barrotes.
-¿Que haremos con los barrotes? llevamos unas tres horas pensando como saldremos de aquí.
-No había pensado en eso
-Bueno son algo delgados, cortándolos con algo podríamos salir no lo crees.
-No has ido a cenar, dile al guardia que te deje ir a cenar algo.
Camine hasta la puerta y por la pequeña ventana le grite a Carl.
-¡¿Carl?! ¿Estas ahí?
-Si señorita Luthner ¿Que se le ofrece?
- ¿Podrías dejarme salir a comer? Es que tengo hambre
-Si señorita, ya le llamo a la enfermera para que venga por usted y la escolte a la sala.
-No es necesario, yo puedo ir sola.
-Lo siento señorita esta prohibido y si la ven caminando por el hospital sola me regañaran a mi.
-Oh... Claro Carl lo siento.
Me di la vuelta y me senté en mi cama a esperar a la enfermera; a los pocos minutos de estar sentada en la cama llego, abrió e hizo que saliera, bajamos por el elevador y bajamos al primer piso, que era donde se encontraba el comedor, el vigilante me abrió la puerta y entre, detrás mio cerro la puerta con llave, camine y me senté en una mesa que se encontraba sola.
-Muy bien mi Jane, ya estamos aquí ahora debemos encontrar algo para romper los barrotes.
-De acuerdo -conteste en voz baja- pero ¿Que es exactamente lo que buscamos?
-No lo se, pero debe ser algo filoso.
Mire a todos lados, para ver que podía utilizar, pero no encontraba nada para poder romper los barrotes, todo era inútil; así que me acerque por mi comida y regrese a mi asiento.
-¿Ahora que hago? No veo nada para poder salir.
-Sabes estoy pensando y sabes de donde podremos salir... Del cuarto oscuro.
-¡¿Que?! No pienso hacerlo
-Es el único lugar donde la ventana no tiene barrotes.
-¡No! no, no, no pienso hacer eso -grite y empuje la charola de comida al piso- ¡Es horrible! -en eso unos guardias se acercaron a mi y me sostuvieron muy fuerte- ¡No! ¿Que hacen? ¡Suéltenme!
-Señorita cálmese -dijo un guardia mientras me colocaba contra la pared.
-¡Ah! Suéltenme, estoy perfectamente bien.
-¡Enfermera! Pronto -grito el guardia.
En eso una enfermera me inyecto un sedante, poco a poco empece a perder mis fuerzas, me sentía cansada y con sueño, mis parpados estaban cansados y cada vez mi vista era borrosa, mis pasos eran débiles e inútiles; fue cuando mis fuerzas me abandonaron y caí rendía al suelo.
