Capitulo 3. ¿Cambiamos?

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Me levanto algo mareado, supongo que esa cosa que me pusieron me dejo dormido.

Tocan la puerta, me levanto con lo que llevo puesto —aunque realmente solo en calzones—. Abro y miro al chico rubio.

—Que quieres.. —le miro un poco cansado.

—Realmente nada —sonríe a medias—, vengo a visitarte, ya veo que te has medito en problemitas.

—Pues... —me sonrojo levemente—, no creo, aquí todos están... algo ya sabes, necesitados

—mi seme no me hace nada, prefieren el oral. Unos chupones  y ya —me guiñe el ojo

—oh, dime mas...


(...)


 —¡El que se meta con mi uke tendrá problemas! —se oye gritar  en toda la cafetería. 

—Por favor mándenlo a callar —comenta el chico rubio mientras mastica un bocado de comida.

—No me se tu nombre.. —le miro—, soy leni y tu?

—Filip —alza la mirada, sonríe y vuelve a mirar su comida.

—¡Hey chicos! —en nuestra mesa se une takeo. doy un salto por el susto.

—¿¡Que haces aqui!? 

—No te preocupes ya me  disculpe con tu chico.

—N-no lo es. 

—No soy.. ¿que? —su voz me da un cosquilleo y a la vez me entra miedo.

—¡Amigooo! —Takeo intenta saludarlo pero el solo me aparta de el.

—No intentes nada, te tengo en la mira Takeo  —se apega a mi y me abraza. siento su entrepierna golpeando mis pantalones.



Muy perdido en mis pensamiento y  controlando todo impulso de mi cuerpo suelto unas palabras —filip..— tartamudeo, el me mira sonrojado.  por  favor, ¿mas raro no puede ser esto? 

Y si lo fue, porque mi querido amigo el rubio ponía sus manos en su bulto tapando sus raras ganas  mientras miraba como el violador. Si, le llamare así, se restregaba todo en mi.


—disculpen —me levanto de mi puesto y me dirijo al baño. —oh, todo esta normal por aquí —miro mis pantalones. 

—¿Problemas? —se acomoda las gafas—. Soy shiro, y no, no soy profesor —dice al ver mi rostro perplejo.

—Shiro... —digo muy bajo—, ¿adivino? 

—¡No! —ríe.

—Entonces brujo, o tal vez hechicero.

—Es lo mismo —coloca una mano en su frente y chasquea—, soy un chico normal. Ademas, eres el centro de los problemas. veo que no eres como los demás, chico rudo —lo ultimo lo dice con picardia.

—¿Chico rudo? —enjuago mi cara y volteo a mirarlo.

—Si, ya sabes, el que se hace el durito ante sus impulsos —eso me hizo reír.

Escuela de ukes y semes !?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora