Capitulo 1.

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Amapola Halley abre los ojos y siente un fuerte dolor en su cabeza, sus oídos están aturdidos, se sienta lentamente y observa una  mano que se asoma detrás de un pedazo de metal, ruega entre sollozos que no se trate de Bluir.

Por favor, por favor- se surra así misma, mientras sus ojos se llenan de agua.
Se arrastra lentamente hasta aquel trozo de metal, pero un dolor desgarrador en su alma no le permite moverse. Es ella. Está totalmente cubierta por sangre y con disparos en su pecho, su cuerpo ya luce pálido.

*Narra Amapola*

Cierros sus ojos y me recuesto a su lado unos minutos, mi cuerpo tiembla y por mis mejillas no dejan de rodar lágrimas saladas con sabor a odio y dolor, acaricio su cara y su ondulado pelo rojo, me incorporo y arranco flores que hay a su alrededor, las enredo en su cabello, está anocheciendo y sé que es hora de irme.

Bip.. bip… bip… suena al otro lado de la línea. Alguien contesta.

  -Alicia, algo malo ha ocurrido- Le explico a la mamá de Bluir, parece estar borracha.

Cuelgan. Llamo inmediatamente a Terry y viene por mí. Dos días después es su entierro, fue en secreto, su mamá así lo quiso. Nadie pudo entrar, solo estaba ella, su nuevo esposo y un par de botellas. Escribo una carta que nunca será leída y le pido a su madre que la meta en su ataúd. Leyton aún no lo sabe…

Golpeo y nadie abre. Entro por la ventana y caigo al piso, ahora el dolor es desgarrador, no había notado el hematoma que tenía en mi espalda, era del tamaño de un puño. Leyton me agarra por los brazos y me levanta, su abrazo me retiene unos cuantos minutos.

- ¿Dónde diablos has estado? ¿Y Bluir? – Me dice alterado.

Pienso bien mi respuesta. Conocimos a Leyton en la media torta, era la primera vez que veríamos a I.R.A en vivo y él nos sacó luego de que unos punks borrachos le tiraran una botella a Mónica la baterista y llegara la policía. Desde ahí hemos sido inseparables.

-S- se ha ido- dice mi voz entre cortada y no puedo lo puedo controlar.

-¿A dónde?- parece no entender- No me contesta las llamadas y no ha venido en 1 semana ¿Es su madre de nuevo? ¿Se la ha llevado? – Reitera- Vamos a buscarla.

-No entiendes, Leyton- digo cabizbaja- Lo lamento, lamento no haberte dicho nada, ella ha- ha muer… - miro el piso y empiezo a llorar

Parece confundido y juntos caemos al piso. Su cara no tiene expresión alguna, sé que hay dolor en sus ojos pero solo intentara construirme.
  
  -¿Por qué no me habías dicho? Te odio, lo hago profundamente – Dice con dolor en sus palabras- Espera... Lo lamento, sé que no es tu culpa- se retracta. Me abraza.

Terry, mi pareja desde hace 4 años llega y juntos vamos a casa, prendo un cigarrillo y pienso en Leyton, lo siento mucho por él, Bluir lo era todo para él.

-¿Estas bien, Amapola? – me mira y pone sus dedos en mi mejilla

-Nada está bien, no podría estarlo

Llegamos a casa y el dolor en mi espalda cada vez es más fuerte, me paraliza y solo grito. Terry me alza y me recuesta en la cama
  -No te muevas, traeré un ungüento de coca y tal vez necesites algo de penicilina

Un pinchazo me hace reaccionar pero aun así sigo durmiendo. Despierto y creo que son las 9 a.m, Terry no deja de moverse y me mira.

-Leyton, algo pasa con él – Me dice mirándome  fijamente- he pasado hace unas horas, pero no ha abierto y todo parece destruido.

Llego a su casa pero todo tiene seguro, me asomo por una ventana que me da vista a la sala. Está ahí, con botellas de vodka barato a su alrededor y una jeringa. Maldito sea el día en que Leyton empezó a usar la heroína.

-¡Hey! – Golpeo la ventana y voltea a verme- Bien pensado, idiota. Ábreme.

- El último chute, querida- me dice con los ojos perdidos- Por Bluir, alza su brazo en el que tiene un guante atado, hace movimientos como si estuviera brindando.

Miro la ventana y pongo mi frente en ella, lágrimas de dolor empiezan a brotar mientras lo veo inyectarse. Los recuerdos invaden mi mente…

La eterna noche de los cometas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora