Regresare por ti PAUSADA

Capítulo 3 Inocencia

Los Personajes No Me Pertenecen...

"¡El celoso no sufre por lo que ve, si no por lo que se imagina!"

Dialogo

-Hablan-

-Piensan-

Capítulo 3

Inocencia

Un Niño Puede Enseñarle A Un Adulto Tres Cosas:

1- Estar Feliz Sin Ningún Motivo

2-Estar Siempre Ocupado Con Algo

3- Y Pedir Con Todas Sus Fuerzas Lo Que Más Desea

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Abrió sus ojos, desorientada. Intento buscar en su interior el último recuerdo antes de perder la conciencia. Una punzada de dolor le acoso al rememorar como su madre estaba siendo ahorcada por el peli rosa que conoció ese mismo día, para luego recordar cómo se le abalanzo a él para defender a su madre emanando magia de ella... ¡espera! ¿Magia? Se sentó de golpe sintiéndose mareada por el movimiento tan brusco que hizo, alzo sus manos para verlas fijamente, sentía algo extraño en su interior era como si se hubiese liberado algo en ella, tal vez esa era la sensación de haber usado magia por primera vez.

Pero no entendía nada, ¿en dónde demonios se encontraba? Después de haber quedado inconsciente no recordaba nada más.

Inspecciono el lugar donde estaba y al darse cuenta en donde se encontraba se relajó un poco ¿pero cómo demonios termino en su habitación? Estaba muy confundida, le dolía la cabeza, no podía pensar con claridad, ¿dónde estaba su madre? Miro hacia la ventana que estaba a un lado de la cama, noto que ya era de noche, se levantó de la cama y escucho algo que la inquieto mucho. Eran sollozos alguien estaba llorando, pero porque, salió de su habitación y se dirigió hacia el balcón, para encontrarse con su madre sentada de espaldas en el suelo, acurrucada llorando como un niño pequeño en busca de consuelo, esa imagen la destrozo, no le gustaba ver a su madre así, se acercó sigilosamente y la abrazo de espalda noto como se relajaba y dejaba de llorar, de un movimiento rápido se voltio abrazando a su pequeña hija, que al parecer era lo único que la valoraba de verdad, se separó un poco para verla a los ojos adoraba esos hermosos ojos café que siempre la miraban con mucho amor, respeto y admiración hacia su persona, cerró los ojos y sintió como su pequeña le tomo de las mejillas limpiando una que otra lágrima

-¡Mami!-

Abrió sus ojos lentamente, viendo como su pequeña le miraba con preocupación

-Nala- Su voz se escuchó quebrada, como si quisiera llorar de nuevo

-¿Estás bien?-

-Si- Mintió para no preocuparle, se sentía mal tenía un horrible dolor de cabeza y el dolor del cuello no le ayudaba mucho que se diga.

Nala la volvió abrazar, y ella en un gesto inconsciente rodeo su pequeño cuerpecito con sus brazos

-Te quiero mami- Mientras le regalaba un beso en la mejilla, haciendo que su madre se ruborizara y riera