Eterna

Capítulo 5

Al siguiente día lo primero que hice fue encender la televisión.

No se ni porque lo hice.

Simplemente lo hice.

Y ahí, en la pantalla de aquel televisor, en las noticias se podían apreciar a unos policías llevándose a un chico.

Era él.

Ahí estaba.

Él chico de la otra noche.

Siendo arrestado por los policías.

-------------- Fin del flashback ---------------

Como empecé terminé, viendo como los policías se llevaban a aquel chico, él asesino.

Pero lo que mas me dejó perpleja, totalmente estática, fue lo que dijo la reportera:

"Él joven de 20 años, Dylan Cooper, se entregó esta mañana confesando que él fue el asesino de la familia Watters, de la cual ningún miembro de esta fueron encontrados con vida. Se dice que le darán sentencia de muerte al joven Cooper él día de mañana. Transmitiremos su muerte mañana por la tarde. Sigan viendo para mas de este caso."

Apagué él televisor.

¿que quería lograr con entregarse?

¿por que lo hizo?

Dudas y preguntas surgían en mi cabeza.

Al final solo las ignore y decidí esperar a mañana para ver él noticiero.

...

En la tarde del siguiente día encendí el televisor.

En la pantalla aparecía la imagen de una silla de madera y un casco de metal colgando del techo.

Momentos después llegó.

El chico, el cual ayer descubrí que se llamaba Dylan, acompañado por dos guardias, estos lo sentaron en aquella silla de madera y lo ataron de pies y manos, para después colocar él casco metálico sobre su cráneo.

Los dos guardias se alejaron y uno de ellos se dirigió hacia una Palanca.

Antes de que él guardia jalara la palanca, en él rostro de Dylan se formó una pequeña sonrisa para luego cerrar sus ojos.

Él guardia tomo la palanca con una mano y jaló de ella, lo cual hizo que el cuerpo de Dylan fuera cubierto por la electricidad que emanaba del casco metálico.

Ahora su rostro no sonreía, ahora tenia una mueca de dolor y sus ojos seguían cerrados, pero esta vez con mas intensidad.

Después de un rato, él guardia empujó la palanca haciendo que la electricidad dejara de fluir.

Y Dylan ya no se movía.

Luego los mismos guardias fueron y desataron sus pies y manos, para luego llevarlo cargando entre los dos.

Apague él televisor y me fui pensando que era lo mejor que se pudo hacer.

...

Al día siguiente, recordé las hojas que había visto desparramadas en él piso días anteriores.

Estuve viendo fijamente él cajón donde puse aquellas hojas garabateadas con dibujos.

En mi mente discutía sobre ver el resto de los dibujos que había dejado en aquel cajón.