Odio este maldito trabajo... al menos no debo estar sonriendo a los estúpidos adolescentes que vienen a comer.
Si no fuese por las buenas propinas, no estaría aquí ahora.
-hey, gruñón, hay una petición para ti- maldita Raven, siempre espera a que prenda un cigarrillo para decirme que tengo un pedido.
-bien, ¿Muy lejos?- hablé resignado a perder medio cigarro.
-frente a tu casa- le miré levantando una ceja- piso 4, habitación 11, Charles Xavier.
Asentí mientras ella ponía la caja en la maleta y comenzaba a encender la moto.
Pero como la suerte siempre ha sido una perra conmigo, a medio camino comenzaron a caer algunas giras de lluvia.
Genial.
Llegué al lugar y claramente la diferencia entre los demacrados departamentos en los que vivía y estos eran más que notorios.
Un tipo gordo me hizo identificarme antes de subir mientras no dejaba de mirarme.
Como si fuese a robar algo, primero no lo haría con el estúpido traje rojo y amarillo de la compañía y menos en motocicleta, idiota.
Algunas gotas caían por mi cabello mientras iba en el ascensor.
Una mujer se subió junto a mi y me vio de pies a cabeza para luego desviar la mirada.
No, no eres mi tipo, tenía escrito por toda la cara.
Me alegro, porque ella tampoco el mío.
Una campanilla anunció el cuarto piso y al fin pude liberarme del asfixiante olor a perfume de aquella tipa.
El departamento número 11 era la segunda puerta, habían solo tres puertas por piso, por lo que estos lugares deben ser enormes.
Toque el timbre pero no hubo respuesta.
Lo hice unas cuantas veces más hasta que un gran estruendo se hizo escuchar en el lugar.
-¡V-Voy enseguida!- se escuchó desde adentro.
Segundos después escuché como alguien movía la manilla y la puerta se abría.
-¿Charles Xavier? Tu pizza, son 8 con 7*- tenía la vista en la boleta pero al no escuchar nada mire a la persona frente a mi.
Puta. Madre.
-ah, si... ehhh... disculpa que esté así... yo... estaba durmiendo por eso...- estaba solo con pantalones y me dejaba ver su pálido torso.
-si...- me perdí unos segundos más en sus hermosos ojos azules- Son... emm...
-8 con 7, si...- el sonrió cerrando un poco los ojos y se veía más que adorable- ¡Dios mío! ¡Estás empapado! Entra, te prestarle una toalla, podrías enfermarte.
No tuve tiempo de decir algo, ya que, me encontraba sentado en un sofá lleno de hojas y con manchas de pintura por todos lados.
-disculpa el desorden, no he tenido tiempo de arreglar un poco las cosas- él apareció con una toalla en las manos y la puso en mi cabeza- oh, claro, tu dinero.
Comencé a secar mi cabello mientras el ordenaba algunas cosas.
-aquí tienes diez y diez más por todas las molestias- hablo con una sonrisa mientras me extendía ambos billetes.
-oh, gracias a ti, por la toalla, digo...- la vista de su piel pálida me distraia.
-por nada... emm...- me miró unos segundos.
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Repartidor (Cherik Yaoi)
FanfictionErik comenzó a trabajar medio tiempo en el primer lugar que estuvo dispuesto a darle trabajo, una pizzería... lo único bueno era que sólo debía ir a repartir las pizzas, un día recibe un pedido del edificio en frente de su hogar, quedando magníficam...