She.

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Me miraste.

Dios, casi quise gritar.

Mi mejor amiga lo notó.

Jenna me dijo que no confiara en ti, que te ha visto con alguien diferente cada semana.

Tal vez tiene celos de que tus ojos miraron mi ser.

Ella me ha ayudado mucho, siempre quiere lo mejor para mi, pero ahora no me ayuda en nada.

Ella te habló. Te dijo que si me hacías algo malo, te iba a partir la cara.

Me enojé, e incluso le dije hasta de que se iba a morir.

Me golpeaba el pecho, golpes que ni eran fuertes, Jenna nunca fue fuerte. Le dije que arreglaríamos todo en mi casa.

Se me confesó, me dijo que yo le gustaba. Gustaba, por que ya ni siquiera respira. Quiso besarme, yo me negué, y me abofeteó.

Matarla fue fácil, simplemente me basto con poner mis manos en su delgado cuello, y apretar hasta que su rostro tomó una linda coloración rojiza.

Sus labios se tornaron azules, se veía muy, muy bonita.

La escondí en el sótano, para que pensaran que desapareció de la nada, como si se la hubiese tragado la tierra.

Pronto te hablaré, Joshie.

p s y c h oDonde viven las historias. Descúbrelo ahora