The Diamond.

Capitulo uno.

Una tarde nublada Ashley salió a correr y se tropezó. Alarmada se levantó rápidamente antes de que alguien se tomara el atrevimiento de mirarla y reír. Gracias al importuno previo no se perdió su serie favorita, felizmente corrió hasta su casa encendió su televisor y comenzó a mirar la divertida serie de las kardashians.

Fue en ese momento cuando llamaron a su puerta, ignoro los primeros dos golpes ya que no quería dejar de ver su serie, pero la persona detrás de la puerta no dejaba de insistir, asique a regañadientes se levantó para ir abrirla. Para su sorpresa detrás de la puerta había un hermoso chico alto que ni bien la vio le extendió un celular, cuando Ashley observó detenidamente el objeto se dio cuenta que era el suyo.

—oh, querido chico. Agradezco mucho tu detalle. —Lo tomó e intentó cerrarle la puerta en la cara, convencida que ese agradecimiento le bastara por devolverle lo que claramente era suyo.

— ¿No me invitarás a pasar?—Le preguntó impidiendo que la puerta se cerrara.

—Realmente agradezco que te hayas tomado el tiempo de venir hasta aquí para devolverme mi celular, pero no sé quién eres. Asique vete-- Dijo ella

— ¿Y no te gustaría descubrirlo? -- Respondió el joven

Ashley lo miro pensando que el chico que tenía frente a ella estaría queriendo seducirla o algo por el estilo pero justo en el momento que le iba a responder, detrás de ella apareció su hermano, furioso.

Ante la mirada algo asustada de la chica, el joven se dispuso a mirar tras sus espaldas.

— ¿Es tu novio?—Le preguntó, arqueando un ceja. Intentando sonar lo más imponente posible.

— ¿Quién te crees?—Su voz sonó increpada.

—Mucho más importante para ti de lo que crees. —y dio un paso al frente. Entonces cuando éste se atrevió a entrar, el hermano de Ashley lo apartó con fuerza, y lo golpeó, evitando que este inoportuno desconocido se acercara aún más a su querida hermana.

Hacía unos segundos Ashley estaba tranquilamente mirando su serie favorita y ahora se encontraba en medio de una pelea, ¿Cómo había llegado a esto?

— ¡Es suficiente! vete de mi casa o llamare a la policía -- Le grito ella cuando el chico le devolvió el golpe en su nariz. Él se apartó del recientemente golpeado y la miro con lo que ella creyó una sonrisa en su rostro. Pero era una cínica.

— De acuerdo bonita, me iré pero no pasara mucho tiempo hasta que nos volvamos a encontrar. –

Luego de marcharse Ashley tuvo que responderle las odiosas preguntas de su hermano, pero aún estaba abrumada. Para su suerte el chico, bastante arrogante, la había dejado embobada. Era muy apuesto.

A la mañana siguiente volvió a la universidad, con mil cosas en la cabeza pudo superar las clases. A la salida iba distraída leyendo uno de los libros que más le costaba entender cuando de pronto se comió un pinche escalón y salió disparada por los aires.

De pronto escuchó una sola risa masculina. Furiosa se levantó y volteó a encontrarse con la persona que tenía el coraje de reírse de ella, pero tan solo bastó mirarlo para quedarse sin palabras otra vez.

— ¿Acostumbras a caerte seguido?—Le pregunto el chico mirándola con burla.

— ¿Y tú acostumbras a seguir hasta sus casas a las jóvenes que te encuentras por la calle?

— Eso no suena como un agradecimiento, gracias a mi tienes de nuevo tu celular.

— Yo creí que bastó mi agradecimiento de ayer.