♥ Cap.4 ♥

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[…]

Jae despertó en el pequeño sofá de la habitación, talló un poco sus ojos, dirigiendo su mirada en donde WonPil se encontraba, o debía encontrarse, pues ya no estaba.

Rápidamente se levantó y comenzó a buscarlo, encontrándolo en la cocina, estaba preparando el desayuno, él suponía.

— WonPil, ¿qué haces? Deberías descansar.—. Le reclamó, acercándose a él preocupado.

— Descuida pollito, ya estoy mejor.—. Le sonrió levemente, colocando dos platos en el comedor.— Vayamos a comer.—. Tomó la mano del peli-azulado, haciendo que este le siguiera.

— Uh, gracias.—. Comentó, sentándose para comenzar a comer, estaba todo tan delicioso.

Estuvieron así por un rato, desayunando mientras platicaban de cosas triviales o cosas sin sentido, haciendo que de vez en cuando una risa se les escapara.

— Bueno, WonPil, creo que es hora de irme, Young.K tal vez esté enojado y eso.—. Murmuró el chico, tenía miedo de ir a casa, pero necesitaba ir por sus cosas, estaba decidido a irse de ahí para no ser más agredido.

— Yo... Te acompaño, no quiero que te vayas solo, tampoco quiero que te pase nada.—. Tomó su chaqueta, mientras que el bajito tomo sus cosas, saliendo de casa de su amigo hacia la propia.

Mientras que en otro lugar...

Se encontraban los dos chicos recostados, uno de ellos, el pelinegro se abrazaba al rojizo, creía que esto era un sueño como las muchas veces pasadas, porque si se trataba de Brian, era capaz de ser hasta su amante.

El pelirrojo despertó, encontrándose con aquel chico encima suyo, desnudo ante su merced.

— ¿Aún sigues aquí? Jae puede llegar en algún momento.—. Se removió Brian, haciendo que el más pequeño soltara un pequeño gruñido.

— No quiero irme, quiero quedarme aquí, contigo, para siempre.—. Le miró serio.— Young, hagamoslo de nuevo, por favor.—

— ¿Qué? No, ya es suficiente con una noche, JungHyeok.—. Respondió serio, acomodando su cabellera.

— Por favor.—. Mordió sus labios, sentándose encima del cuerpo contrario, para así, comenzar a mover sus caderas sobre él.— Ngh.~ —.

— A-Ah... JungHyeok.—. Tomó las caderas del chico, hundiéndose nuevamente en él, la tentación era mucha y no podía resistirse.

Regresando con Jae y WonPil. [:v]

Comenzaron a caminar por las avenidas transitadas de Seul, a Jae se le ocurrió una idea de pasar por una pastelería a comprar cupcakes para el y su WonPil. Se sentaron en una de las bancas de un pequeño parque, dispuestos a comer aquellos apetecibles pasteles.

— Mnh... ¿Quieres el de fresa o el de vainilla?—. Preguntó el más joven, tomando aquellos cupcakes, cada uno en sus manos.

— El que sea, por mí no hay problema, los dos saben muy deliciosos.—. Le dedicó una sonrisa al chico, tomando el que Jae había dejado.— Gracias.—.

— Claro que no, gracias a ti por mantenerme en la noche en tu casa, y por hacerme aquel rico desayuno.—. Le dio un pequeño mordisco a su cupcake, probándolo de manera rápida, algo que le maravilló.— Wow, está delicioso.—.

— Te lo dije.—. Río el más grande, comiendo un bocado de su cupcake de igual manera.— Estos pastelillos saben ricos, hace mucho que vine a probarlos y me encantaron.—.

— Debería haber venido antes, son muy ricos.—.

Acabaron sus pastelillos lentamente, pues no tenían prisa, después tomaron nuevamente camino hacia la casa del muchacho de cabello azulado.

Al llegar, escucharon gritos, pensaron que tal vez sus vecinos estaban haciendo una actividad o tal vez mataban a alguien.

Jae abrió la puerta de la casa de manera silenciosa, puesto que no quería despertar a Young.K si es que estaba ebrio y dormido. Escuchó aún más de cerca aquellos gritos, afinando bien el oído, no eran precisamente gritos.

— WonPil, espera aquí.—. Le ordenó al mayor, aquel sólo asintió algo confundido.

Comenzó a subir escaleras de manera lenta, cada vez que se acercaba, oía gemidos y gruñidos de la habitación, haciendo que sus piernas flaqueasen y sus manos temblaran, tratando de no pensar en una posible idea.

Se quedó en frente de la puerta de su propia habitación, la que compartía con Brian, tomó la perilla de la puerta, abriendo esta de manera lenta y cautelosa.

Aquella imagen no se la esperaba. Su novio y el mejor amigo de este teniendo sexo, en su casa, habitación y en la cama en donde habían muchas noches románticas.

Dejó caer algunas lágrimas, quedándose estático, aún mirando como aquellos dos se daban un buen polvo. Sintió unos brazos rodearle, era WonPil, el cual miraba incrédulo la escena.

Carraspeó fuertemente, llamando la atención de la pareja. Brian llevó su vista a la puerta, encontrándose con la de Jae, paró en seco sus embestidas, mirando fijamente a el muchacho.

Vaya que Jae no se esperaba aquello, y en su casa...

No me maten.
Bai.

〖 Una Nueva Historia. 〗→ • ParkIan. •  [Cancelada.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora