Prólogo

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-Volví des las vacaciones...

. . .

Kyungsoo no recuerda exactamente cómo todo comenzó, o sea cómo se supone que pasó, pero el recuerdo tenue de un hombre sigue siendo vago en su mente después de que dio el último paso fuera de la mansión sin volver atrás. Sólo un recuerdo a pedazos está enterrado dentro de su mente y cuando se aclara, le duele saber cómo empezó todo.

Era a mediados de agosto, cuando las hojas se desmoronaban patéticamente sobre el suelo como una capa abandonada y destrozada en todo tipo de colores. El aire estaba húmedo y frío después de haber llovido por tercera vez ese día y el olor natural de la naturaleza se esparcía por todo el lugar.

En sus manos estaba un devastado paraguas blanco, desgarrado y completamente disfuncional por culpa del fuerte viento, mordisqueando su abrigo de vez en cuando. Sus ojos se llenaron de total desesperanza cuando empezó a llover una vez más. No había refugio. Sólo un paraguas inútil que fue arrojado a un basurero cerca por el que pasó mientras caminaba. Los autobuses no pasaban y los coches corrían por las calles, apurados, sin molestarse en lanzarle una mirada llena de lástima. Sus ropas estaban empapadas de lluvia y su cuerpo temblaba violentamente por el frío extremo. Ciertamente no había calidez que su cuerpo conservara y las yemas de sus dedos

estaban frías. Sus protuberantes y tupidos labios se estremecían con un color púrpura claro, que pintaba la piel como si estuviera magullada por el clima glacial.

Sin esperanzas, se sienta en un asiento público sin tener dónde ir mientras la gente a su alrededor se precipita rápidamente hacia su destino final. Las gotas caen sobre él y no las esquiva. De repente, una sombra crece sobre él y el sonido de la lluvia golpeando contra la tela de un paraguas entra por sus oídos. Mirando hacia arriba, se encuentra con los ojos de un hombre magnífico con una sonrisa satisfecha adornando sus labios como si le saliera naturalmente. Parpadeando ante la asombrosa criatura que aparece delante de él, se queda sin aliento y su corazón late erráticamente en el interior. El hermoso extraño sostiene un paraguas, apto para dos y su sonrisa cae delicadamente en una sonrisa cautelosa.

"Ven a casa conmigo," habló con una voz suave y con cuidado, Kyungsoo observa los pasos que el hombre hace. Hay una carcajada dulce que baila en la punta de los gruesos labios con vaho de este hombre como nubes grises antes de que él se agache para agarrar la muñeca de Kyungsoo.

"Vamos a secarte. Pareces una rata mojada," la persona magnífica bromea y, finalmente, Kyungsoo puede dejar salir una breve risa para asegurarse de que no ha muerto en el lugar.

Kyungsoo siempre fue etiquetado como un niño religioso que tenía buenas calificaciones y una vida que todos debieron haber deseado en algún punto de su vida. Él era la definición de perfecto en los ojos de algunas personas, pero para él, él sólo era una persona solitaria que anhelaba atención y Kim Jongin le concedió eso.

Besarse bajo la lluvia para su segundo encuentro fue un movimiento inesperado, pero le gustó. Las grandes manos de Jongin rodeaban su cintura, tirando de él más cerca que nunca y con un beso gozoso, compartieron el momento juntos. La oscuridad se cierne sobre su forma que es iluminada por una farola en los lados de la calle. Las gotas ligeras de la lluvia, caen contra ellos, pero Jongin es rápido para cubrirlos a ambos con su chaqueta de cuero y lo besa bajo la tela antes de que puedan mojarse más. Con los delgados brazos envueltos en el cuello de Jongin, Kyungsoo se para de puntitas para alcanzar los labios pecaminosos en la oscuridad y debajo de la chaqueta. Jongin lo besa de nuevo, lo sostiene por la cadera y profundiza su contacto como si no hubiera un mañana.

Desafortunadamente, esa etiqueta de 'chico religioso' o 'buen chico' fueron eliminadas cuando sus padres se enteraron de que estaba en contra de la voluntad de Dios al quedar embarazado a una edad tan temprana. Muchas cosas sucedieron esa noche cuando sus padres decidieron desheredarlo por causar una escena tan grande. Su gran vientre les daría una mala imagen por lo

que esa noche, se vio obligado a abandonar la casa sin tener donde quedarse. Jongin tuvo que aceptarlo ya que su hijo pertenecía a ese hombre al que le había dado su amor. Jongin era su todo y por eso era que le regaló su pureza. Abandonado la escuela, Kyungsoo dejó de ir debido a que los chicos de la escuela empezaron a burlarse de él por prostituirse. Se ganó un nuevo apodo, 'puta.' Desilusionado, dejó la educación.

Jongin sorprendentemente lo acepto y le pidió una explicación que Kyungsoo se la dio con todos los detalles. Jongin lo envolvió en un cálido abrazo, susurrando que ahora estaba a salvo.

Seguro... él dijo.

Según su fecha de parto, había pasado un mes y no sabía que significaría tanto. Perdió el contacto con sus padres y todos a su alrededor cuando empezó a vivir bajo el mismo techo que Jongin. Amaba mucho al hombre con toda honestidad, pero un día ese amor se dispersó por todas partes, siendo reemplazado por la confusión.

"Estoy muy orgulloso de ti," sonrió sinceramente Jongin, acariciando las perfectas mejillas de Kyungsoo y trazando las tibias puntas de los dedos sobre su bebé aún no nato. Sobre el vientre abultado, Jongin se inclinó, cubriéndolo como un refugio y movió sus orejas contra la piel descubierta.

"Él está pateando...pero no está diciendo nada." Jongin dice y Kyungsoo se atora con una risa cuando entrelaza sus dedos con los finos cabellos negros de Jongin que brillaban saludablemente en la luz.

"Prométeme que estarás aquí conmigo cuando dé a luz a este bebé." Kyungsoo habló, exhalando un suave suspiro mientras Jongin sostiene su mano con comodidad. Hay silencio y no hay respuesta, pero Kyungsoo no presiona al hombre para que lo prometa, sin embargo, Jongin aprieta fuertemente su mano.

"Va a ser tan hermoso." Jongin dice, por último. Kyungsoo sólo puede asentir con la cabeza y apoyarse en la mano de Jongin para tener esperanza.

...en su mano para tener esperanza...

En medio del proceso de parto, él detiene a los médicos, exigiendo que no continúen a menos que Jongin esté con él. El padre de su hijo está ocupado en el trabajo y Kyungsoo está molesto de que Jongin se haya olvidado de su fecha de parto. Concediendo su deseo, una de las sirvientas

tomó el teléfono y marcó al celular de su joven señor, para ver si podían contactarse con él. Sin embargo, el intento fracasó cuando todo lo que recibieron fue una respuesta dura.

"Dile que deje de ser una perra quejumbrosa. ¡Volveré a casa la próxima semana!"

Entre lágrimas, Kyungsoo vio nacer a su bebé sin Jongin a su lado y estaba totalmente decepcionado. Los verdaderos colores de Jongin se revelaron y él debería haberlo visto venir. Qué estúpido fue al pensar que le importaba a Jongin. Qué patético. Él sólo jugaba con Kyungsoo, haciéndole pensar que en realidad tenía a alguien que lo cuidaba. Qué ridículo.

Kyungsoo se va de la mansión a las 2:00 am.

A Jongin no le importa.

.  .  .

No había hecho un prólogo tan largo(?) 

ya terminaron mis vacaciones y mañana empiezo la U ;-; 

por suerte deje capítulos ya traducidos y beteados que publicaré lentamente...

Muchas Gracias a Moonbyunie por ayudarme en éste nuevo proyecto..

 Bye, Darlings.

PD. Un Hwagting(?) pa' mí y para todas las que empiezan las clases en Chilih' lindo. 

 

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Breathing You Back In [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora