Narra ______.
El tercer día se fue tan rápido. Cuando recordé, yo ya me encontraba en mi cama preparándome para dormir. Hoy es el cuarto día, solo quedan tres más. Voy de mal en peor.
Ayer amanecí con dolor de piernas y hoy con dolor de cabeza. Un terrible dolor de cabeza.
Me dieron pastillas pero no sirvieron de nada. Debo estar en un lugar tranquilo. Sin mucho ruido.
–¿Cómo sigues? –me preguntó mi madre entrando a mi cuarto.
–Algo mejor. –dije haciendo una mueca.
–Entonces ¿le digo a las vistas que vuelvan mañana o más tarde?
–¿Visitas? ¿Quiénes? –pregunté confundida.
–Doniya –dijo riendo.
–Ah. Pues pásala. –dije. Se vería mal que no la recibiera.
*
Al cabo de unos minutos Doniya entró a mi cuarto. Estuvimos hablando por un buen tiempo y luego la situación se puso algo incomoda.
–¿Quién te gusta? –dijo de repente.
–¿Ah? –fue lo único que pude articular.
–¿Quién-te-gusta?
–¿Por qué preguntas eso? –dije un poco nerviosa.
–Solo quiero saber..... ahora siento que somos más unidas. Debemos tenernos confianza, ¿no? Yo te considero mi mejor amiga –dijo sonriente.
–Yo también te considero mi mejor amiga, pero no entiendo que tiene que ver esto...
–Pues que quiero secretos sobre ti. Bueno, no todos tus secretos. Solo ese.... ¿quién te gusta?
–No te diré –dije sonrojada.
–Vamos. Si no me dices, voy a pensar que te gusta mi hermano y no quieres decirme.
–¿¡Qué!? –dije de un tiro– No, no, no. Ni se te ocurra. Zayn no tiene que saber que el me gus.... –me callé de inmediato– oh oh. –había dicho todo.... ahora ella lo sabía.
–¡Lo sabía! –dijo saltando– ¡Yo sabía que estabas enamorada de mi hermano!
–Eso no es cierto –dije tapándome la cara con una almohada.
–Claro que si –dijo quitándome la almohada de la cara– No vayas a negarlo. Soy tu amiga y debes tenerme confianza. –dijo dándome una sonrisa tierna.
–De todas maneras yo se que no le gusto..... –respondí desanimada.
–¿Cómo saber tu eso? –dijo sentándose a mi lado y abrazándome.
–No soy el tipo de chica de el que un hombre se enamora –dije bajando mi cabeza.
–Mírame a los ojos –dijo Doniya seria. Nunca la había visto así– Ahora, tu eres hermosa, ¿ok? Y estoy segura de que mi hermano.... puede llegar a enamorarse de ti.
–Doniya, bien sabes que eso no es po.... –no terminé porque me interrumpió.
–No digas nada. Si sigues diciendo eso, me voy a enojar. Mi hermano te quiere mucho.... y estoy segura de que ese simple cariño puede convertirse en algo más fuerte.
*
Toda la tarde me quedé pensando en eso. Doniya se fue y yo me quedé en mi cuarto sola.
Puse música y deje eché mi mente a volar.
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