6- Ridículo

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Seguimos con nuestro contacto visual estoy segura que ninguno de los dos quería romper ese momento, hasta que por el cansancio mi cuerpo me obligó a bostezar y de esa manera poco femenina y el hablo.

-Creo que es hora de descansar- dijo Arturo caminando hacia el armario de la habitación la cual es muy grande y toda esta decorada de negro y blanco demasiado varonil para mi gusto pero que puedo hacer es la habitación de él y es su casa.

-Emm .. te puedo pedir un favor- dije acomodandome un poco en la cama para poder mirarlo mejor.

-Si claro dime- dijo él caminando hacia mi otra vez.

-Sera que me puedes dejar alguna camisa vieja para dormir si no quier...

-Claro ya te traigo una- dijo el cortándome y entrando al armario después de unos minutos salió con un pantalón de pijama y una camisa blanca de pijama también y con una camisa en sus manos y la coloco a mi lado.

-Dejaré que te cambies – dijo el saliendo de la habitación.

Así que yo intente quitarme la ropa pero evidentemente no lo logre por más que lo intente, diez minutos después tocaron la puerta y era Arturo con un vaso de agua en sus manos.

-Pensé que te cambiarías si quieres vuelvo a dejarte sola- dijo él rascándose la nuca y mirando al suelo.

-Lo intente pero no lo logre, esto es una gran mierda sabes- dije un poco obstinada al no poder mover ninguna de mis dos extremidades por el dolor.

-Ven te ayudo- dijo el acercándose a mí.

-Sabes que no tienes por qué ayudarme, ya me las apañare yo sola-dije apartando su mano de mi.

-Sueles ser así de obstinada siempre- dijo el con un poco de fastidio en su cara.

-Si me gusta ser una mujer independiente, pero ahora por esto no lo lograre- dije irritada todo esto era mucho para mi y con mi periodo cerca no es muy conveniente que me molesten siempre suelo ponerme muy a la defensiva cuando el llega todo absolutamente todo me molesta.

-Haz lo que quieras que yo me ire a dormir- dijo él tomando una almohada y cobija pero no las coloco en el sillón de la habitación se dirigió a la puerta con ellas.

Así salió de la habitación, pues que se vaya a la mierda si le da la gana yo no necesito de su ayuda ya a hecho mucho a duras penas logré cambiar mi ropa por la camisa que me había dejado el y asi me acosté y Morfeo me llevo con el.

....

-Señorita Noa le apetece algo de desayunar- preguntó la señora Inés entrando por la puerta de la habitación ya hacía unos minutos que yo me había levantado pero seguía acostada viendo una rosa roja que estaba encima de la almohada de al lado- Oh, se me ha olvidado el Señor Arturo a dejado esta nota para usted le diré a uno de los muchachos que le ayude a bajar cuando este lista ¿Le parece?- dijo Inés entregándome una nota pero la puse a un lado junto a la rosa.

-Si muchísimas gracias Inés, lo que tengas listo estaría genial- dicho esto ella salió por la puerta cerrándola otra vez así que yo proseguí a tomar la nota que me ha dejado Arturo para leerla.

Buenos Días bella durmiente, oye te digo que hasta durmiendo te vez hermosa pero mira esta rosa es una disculpa por mi mala actitud de ayer por la noche, también para decirte que no me dio tiempo de decirte que estaré esta semana de viaje en Paris pero tranquila Inés se encargara de ti mi casa es tu casa también...

Dile a uno de mis chicos que me envíe tu número de teléfono estaremos en contacto.

Nos vemos.

Sonríe, te ves hermosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora