Serendipia

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-¿Qué buscas? – preguntó Jimin confundido, a un desesperado Yoongi, que revolvía cajones.

- Todo, nada... No lo sé. – respondió.

- Pero, Hyung, ¿cómo se empieza una búsqueda sin causa?

Yoongi permaneció estático, tieso. Con la mirada clavada en los ojos de Jimin. Esa clase de miradas que dicen todo, pero nada a la vez. Enojo, tristeza, ansiedad... ¿Anhelo?

-Jiminnie... - susurró, agachando la cabeza, con los ojos cerrados y el cuerpo ahora suelto, cansino.- Estoy cansado.

-Claro, Hyung. Estás revolviendo el piso desde hace horas.- Jimin sonrió con los ojos, como  es natural en él. Queriendo ablandar lo denso de la situación.

-No lo entiendes.- finalizó Yoongi. Se volteó de espaldas y siguió buscando.

Jimin, se quedó observándolo un momento, con la preocupación en crescendo ¿Qué hacer? Él estaba actuando extraño desde hace días. Su Hyung, antes serio y sínico, era ahora un ente con insomnio.

No sólo él lo había notado, todo el grupo lo había hecho ya. Sin embargo, estaban rendidos y después de todo, había mucho por hacer. Pero él no podía dejarlo. No después de todo lo que habían vivido juntos. No después de las largas noches de llantos, no después de los secretos compartidos. 

Entonces, decidió acercarse, lento pero seguro.

Y lo abrazó, con fuerza. Como si de no hacerlo, se soltarían los pedazos del roto Yoongi y las esperanzas de volver a unir las piezas estuvieran extinguidas. Lo abrazó sin más.

-Para de una vez.- le dijo- Para ya.- Yoongi no respondió. Permaneció inmóvil, pero con la frente clavada en el hombro del donsaeng.

Jimin sintió cómo de un momento a otro, su hombro se humedecía y cómo los casi inaudibles sollozos comenzaban a aflorar de la garganta de Yoongi.

-Volvió, Jiminnie.- dijo Yoongi de pronto entre lágrimas – Volvió y va a matarme. Lo hará y no podré hacer nada para evitarlo.

Jimin se tensó. Supo de lo que hablaba. Lo supo desde la primera palabra. Casi pudo escuchar a su corazón quebrarse. El camino que habían recorrido había sido demasiado extenso, demasiado arduo y doloroso. No podían permitirse una nueva caída, de ninguno de los dos.

Tomó a Yoongi por los hombros y lo miró.

-No esta vez, Hyung. Ya no estás solo ¿Lo entiendes? No lo estamos.

- No lo sé. No lo sé. No lo sé – repetía Yoongi atormentado por una nueva ola de desesperación y angustia.

Jimin lo sostuvo con más fuerza, agitándolo suavemente un momento – Te necesito.- le dijo sin más- Te necesito y lo sabes.

-Estoy demasiado...  rajado. Tan sólo crees que lo haces, pero no es así. – contestó Yoongi- Has crecido.

-Déjame ayudarte, por favor. Dime cómo hacerlo y juro que lo haré – siseó Jimin, con la voz ya quebrada.

- Tan solo déjame.

- No lo haré.-

- Te obligaré, te golpearé, te gritaré, te lastimaré y terminarás por hacerlo. No me provoques.- amenazó Yoongi, soltándose del agarre del menor. Apuntándolo con el dedo, aún con el tumulto de lágrimas sin caer en la cornisa de sus ojos.

Jimin lo miró una vez más. Se acercó nuevamente y posó su pequeña mano sobre el pecho de Yoongi. Sintiendo a su corazón latir con fuerza, como si fuera  a salirse de su cavidad.

Oculto - YoonMin ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora