Remedio

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Desde que la situación con Solar se había arreglado, Moonbyul estaba empezado a sentirse algo inquieta; tenia la extraña necesidad de estar cerca de su compañera en todo momento, más allá de solo verla o escucharla, eran irracionales sus ganas de abrazarla sin motivo, molestarla con el único objetivo de llamar su atención o exigirle mimarla solo por ser menor, y sí bien entendía que el hacer todo aquello era absurdo simplemente no podía evitar hacerlo.

Desde que la situación con Solar se había arreglado, Moonbyul estaba empezado a sentirse algo inquieta; tenia la extraña necesidad de estar cerca de su compañera en todo momento, más allá de solo verla o escucharla, eran irracionales sus ganas de ...

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Dentro de ella se desarrollaba una guerra, ya que por una parte sentía que el estar junto a Yongsun de alguna forma le hacía estar bien, no quería involucrarse demasiado con ella. En cada oportunidad al abrazarla o al mirarla se prohibía el sentir algo, obligándose a sí misma a volver a sus sentidos, recordándose que lo que hacía era solo soñar despierta.

La perspectiva del mundo para Moonbyul desde niña era muy diferente al de la mayoría de las personas, ella no medía a nadie según el sexo con el que hubiese nacido, no hacia diferencia entre mujeres u hombres, para ella era mucho más importante la calidad de la persona, que su género y reconocía a cada persona como única, independiente de cómo hubiese nacido, "Finalmente somos todos humanos..." decía, "...con defectos y virtudes, malos y buenos hábitos, familias distintas, historias distintas, pero no dejamos de ser solo eso, humanos.". Muchas veces terminó discutiendo con profesores o compañeros por su forma de pensar, pero era consciente que nunca nadie entendió a los rupturistas.

Al margen de esto, y aunque no tenía nada en contra el sexo opuesto a la hora de sentir atracción por alguien más, ella tenía cierta debilidad por las niñas, incluso antes de que Yul apareciera, ya había gustado de más de una fémina.

Moonbyul sabía que Yongsun era diferente en este aspecto, cuando la escuchaba hablando de tipos ideales o de casarse, no existía ningún tipo de neutralidad en sus palabras, siempre lo hacía en masculino; empezar a sentir algo por ella solo hubiese servido para sufrir y con el drama que tenía en su vida ya le era más que suficiente.

Por el momento se dedicaba a auto convencerse de que todo lo que sentía por ella era nada más que mucha estima, que le enternecía su personalidad infantil y adorable, además de sentirse atraída por su evidente belleza, pero nada podía superar a esos límites.

Para el infortunio de Byul, después de que Yul se encontrara con Solar la frecuencia de las apariciones de su alter ego había aumentado considerablemente, lo que antes eran un par de pérdidas de conciencia al mes se habían transformado en un promedio de dos crisis por semana. Preocupada, Moonbyul acudió a su terapeuta de cabecera con la esperanza de que ella pudiese aclarar lo que estaba sucediendo.

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