2 la ultima visita

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La visita fue muy normalita se confundió con la abuela de Tom y tuvo que bailar un vals con él, luego le puso un poco de música electrónica en un mp3 mientras fumaba de su pipa, le dejaba fumar porque, los médicos decían que no le quedaba mucho... , por lo que Tom dejaba que disfrutara de la vida al máximo. Lo único extraño que sucedió aquella noche fue que el anciano le comento algo bastante siniestro acerca de la visión producida por la edad y las medicinas, dijo que los difuntos padres y hermanos de Tom le contaron que mi muerte se avecinaba , su muerte seria causada por la bestia que encerraba en su corazón la cual lo consumiría . Pero al final su abuelo esbozo una sonrisa y dijo que él pensaba que aquello a lo que se enfrentaba no conseguiría pararle, ni siquiera lo que iba a venir mas adelante. Acabo esa frase con una sonrisa consoladora y lo abrazó. Los enfermeros echaron como de costumbre a Tom porque la hora de visitas había terminado, mientras caminaba hacia la salida Tom se sumergió en una reflexión personal la cual algunas personas le habría costado reconocer, se sentía muy unido a su abuelo que a pesar de estar un tanto senil era lo único que le quedaba , su único apoyo, este siempre había estado con Tom, sobre todo cuando había ocurrido la fatídica muerte de su familia, Tom a veces se preguntaba qué sería de él si este no estuviera , ese pensamiento le dolía demasiado a Tom por lo que se esfumaba en segundos. Cogió la caja con los gatitos y se aventure a la jungla de asfalto, el trayecto fue normalito se encontró con cinco yonquis que querían limosna, uno de ellos le dijo que quería un coche, decía que puestos a pedir había que pedir a lo grande, luego mas adelante había esquizofrénico subido a una farola tirando pistachos a los que pasaban cerca de el lo normal de cualquier barrio. Bueno o al menos el barrio de las afueras de la ciudad lo era, en el barrio de la ciudad solo habían gente desquiciada encadenadas por una vida monótona, una vida la cual no decidieron elegir, si no trabajas no comes, si no estudias no trabajas y si haces lo que tú quieres para ser feliz el mundo te devorara y nadie se dará cuenta. La raza humana está ligada a un bucle infinito, nacer, trabajar, reproducirse y morir. Pero luego piensas ¿Se sostendría el mundo sin esfuerzo? No lo creo.

Tom detestaba a la gente que se quejaba de lo desastrosa que era su vida, ya que este tenía una vida bastante dura de la cual solo tres personas eran capaces de hacerle ver lo bueno, una de ellas era su Jefe que le ayudaba en todo, no sentía lastima de él y detestaba que las personas cuchichearan todo el rato por cada paso que daba yo, era un fiel amigo con el que siempre podía contar. Sindi era otra de esas personas a pesar de que esta pasaba totalmente de él, Tom había desarrollado un instinto protector hacia ella , este se había metido en miles de peleas para defenderla, de las cuales al principio era derrotado y dado por inconsciente pero este presenta unos ideales tan firmes que la derrota no es una opción, en una de esas peleas un joven saco un cuchillo y amenazo con este a Sindi, Tom al ver lo que ocurría este paro el impacto del cuchillo con su mano, traspasándola haciendo brotar una cascada de sangre, seguidamente Tom agarro la mano de aquel muchacho y mirándole a los ojos, furioso le dijo te destruiré acto seguido Tom le asesto tal golpe en la cara que quedo inconsciente y con la mandíbula daleada y sin parte de sus dientes, Sindi solo se dedico a llorar por el miedo que había pasado. Y ahora tenía unas cuantas mascotas que le harían sentiré menos solo o al menos más entretenido. Finalmente llego al piso donde vivía, nada más llegar abrió la caja de los gatitos los acurruco al lado de su cama y se desplomo exhausto por la caminata.

De repente, en medio de la noche, escucho un ruido procedente del salón, a pesar de estar bastante asustado se levanto. Abrió la puerta y no vio nada aparte de una densa oscuridad que cubría toda la habitación, encendió la luz y vio el maletín que el anciano ciego le había dado el cual no recordaba haberlo entrado en casa ,lo contemplo un rato hipnotizado por la idea de abrirlo pero recordó las palabras que dijo el anciano e inmediatamente se le quitaron las ganas de abrirlo , ya que solo lo podría abrirlo si había alguna emergencia o peligro, por lo que si consiguiera abrirlo significaría que algo malo se acerca , como una pesadilla o algo por el estilo , aunque no creo que sobrepasen el muro electrificad , aparte de que su único interés es aniquilar a las personas de la forma más aterradora a la que le parezca a su víctima, por lo que mientras nadie se acerque a los muros nadie correría peligro, aunque sinceramente yo no me acercaría a un muro electrificado seria como un suicidio. Se volvió a acostar para ahorrar fuerzas, porque al próximo día tendría que realizar un experimento que tenía pendiente de hacer experimento.

A las cinco de la noche Tom se despertó entre sudores, había tenido un mal sueño, en aquellos momentos se sentía afortunado de que se hubieran eliminado las células de realidad, porque si estas estuvieran activas aun la bestia que le perseguía en sueños le abría destrozado en la realidad. Miró el reloj para ver qué hora era pero aun era demasiado temprano para ir al trabajo, pero no era capaz de volver a dormirme por lo que se puso a experimentar con el nuevo suero que el jefe le dio hace una semana, no savia que tenia de especial ese liquido violeta , no parecía tener ninguna propiedad especial , se estaba empezando a preguntar porque le habría mandado Ralf un suero tan inservible.

El vigilante nocturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora