CAPITULO 1

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LOS ACTOS TIENES CONSECUENCIAS.

Esperando en la fila del baño para chicas, escuche un murmullo proveniente del asqueroso y mal oliente baño para hombres, hablaban ridículamente alto, lo cual volvía sus berridos molestos. Ese día estaba de mal humor, me acerque para decirles que bajaran la voz o que directamente se callasen, pero cuando me acerque oí un nombre. El de la persona la cual llevaba meses viendo pasar por los pasillos del instituto y de paso se llevaba toda mi atención con ella. Alicia.

Así que tratando de que no me descubrieran me oculte a un lado de la puerta.

—Colega, te digo que no te la follaras nunca esa tiene pinta de ser muy estrecha.

Sentí refulgir el enojo desde lo mas profundo de mis entrañas, pero me obligue a seguir escuchando.

—No se tío, esa esta coladita por mi, la tengo en el bote chaval.

Y empezaron a reírse como unos lunáticos. Al reconocer de quien eran esas voces, sentí nauseas. Era el capullo de Denis.

Ya lo conocía era un guaperas ridículo y chulito, que se pavoneaba por el instituto como si fuera el rey de un castillo, el muy imbécil.

¿Por que estaban hablando así de Alicia? ella siempre estaba con ellos de aquí para allá y parecían llevarse bien. Sentí curiosidad por saber de quien mas hablaban pero el timbre del final de receso sonó y ellos salieron del baño, sin lavarse las manos los guarros.

Sentí mucha tristeza de que hablaran así de ella que desde luego no se lo merecía. Los muy cobardes la ponían verde cuando era su supuesta amiga. O al menos eso creía por que siempre estaban juntos al parecer estaba equivocada.

A la salida los vi juntos y no podía creer lo hipócritas que eran, hablando y riéndose con ella como si no la hubieran puesto a parir hace unos momentos.

Me puse furiosa y actué sin pensar, camine en su dirección dispuesta a defenderla, nadie sabia que los escuche hablar pero tenia que hacer que esos capullos se disculpasen, porque al final del día ella era la persona de quien estaba enamorada como una tonta desde hace tiempo.

Al parecer mi semblante llamo la atención de mas de uno que asombrados vieron como le cruce la cara a ese cretino incluida ella que soltó un grito de terror, la mire y lo único que pude distinguir en sus ojos fue miedo. Retrocedí dos pasos consiente de repente de lo que había echo, lo último que yo quería era que ella sintiera miedo de mi. Me sentí estúpida.

Joder.

—No te asustes, esto no va contigo— dije en tono suave.

Sus ojos parpadearon confundidos, pero intrigados.

—Ellos estaban hablando mal de ti, yo les escuche y me enfade, perdona que te asustara— dije tan rápido que dudo que me entendiese.

Mientras el tonto de Denis se ponía en pie entre quejidos e insultos yo solo esperaba que le contaran la verdad, aunque no me quede allí para averiguarlo.

Me tome un segundo para admirar lo guapa que se veía antes de acomodarme la mochila y salir pitando del instituto.

Cuando llegue a casa lo único que encontré en ella fue soledad, odiaba sentirme sola. Mi padre había dejado una triste nota en la nevera.

"Volveré tarde Leci, hazte la cena"

Suspire con resignación y mientras me calentaba unos macarrones del supermercado a mi cabeza vinieron las imágenes de su rostro aterrado y su mirada incrédula, sus ojos de color verde me miraban aterrados, ese sentimiento me atravesaba el corazón de lado a lado.

Me desperté al día siguiente y encontré la casa vacía de nuevo. Fui sin ganas al instituto.

Me lleve una sorpresa al verla esperando junto a mi taquilla, pensé por un micro segundo que ellos le habían dicho todo y ella quería darme las gracias por voltearle la cara a ese imbécil. Aunque al momento de analizar a conciencia su rostro llegue a la conclusión de que estaba cabreada. Y antes de decir siquiera una palabra supe que el día no prometía nada bueno. En cuanto llegue a abrir mi taquilla empezó el caos.

—¿Por que le pegaste a Denis? ¿acaso estas loca?— grito muy cerca de mi odio.

Yo resople hastiada.

—Veo que esos idiotas no te han dicho nada.

Ella tenia llamas en los ojos, no había duda de que estaba en el siguiente peldaño de cabreada. Estaba guapísima enojada y automáticamente me sentí estúpida por pensar en eso cuando prácticamente me estaba apuñalando con la mirada.

—No se de que hablas— respondí de mala gana.

Trate de explicarle lo que había pasado con calma, pero no conseguía calmar sus ánimos. Ella procedió a soltar insultos sin dejarme hablar. Lo siguiente que paso fue un golpe demasiado sonoro a mi taquilla, el puño se me puso de color rojo, aclare mi mente que se había nublado de pronto y vi que la había asustado de nuevo.

Enseguida quise decir que lo sentía, pero era demasiado tarde giro sobre sus talones perdiéndose de mi vista entre los pasillos.

Sentía mucho que no supiera la verdadera naturaleza de sus amigos, solo quería que no lo pasase mal estando con ellos, me di cuenta que ahora era yo la que tenía que disculparse.

La busque a la salida y la encontré en el estacionamiento de pie junto a un alto roble deshojado. Quería que escuchara la verdad y abriese los ojos, pero no conseguí nada salvo mas desprecios de su parte. De nuevo explote.

—Estoy tratando de explicarte como son en verdad tus amigos— grite sin más.

Abrió mucho los ojos aterrada por mi grito para después caminar tan deprisa como le permitan sus piernas quise detenerla pero era demasiado tarde. De nuevo la había cagado.

Su rechazo me dolía, y sobre todo me quemaba por dentro el echo de que estuviera deicida a defender a ese idiota. 

 

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La solución de Lein (TERMINADA) VERSION SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora