La selecciónnatural o la supervivencia de los más aptos
SELECCIÓN NATURAL. No podemos dudar que los individuos que tengan alguna ventaja sobre los demás, por pequeña que esta sea, tendrán las mayores probabilidades de sobrevivir y de reproducir su especie. También podemos estar seguros de que cualquier variación en el más pequeño grado perjudicial sería rígidamente destruida. Esta conservación de las variaciones y diferencias individuales favorables, y la destrucción de aquellas que son nocivas, es lo que hemos llamado selección natural o supervivencia de los más aptos. Las variaciones que no son útiles ni perjudiciales no son afectadas por la selección natural, quedando como elemento fluctuante, como vemos en ciertas especies polimorfas, o tornándose fijas, según la naturaleza del organismo y la de las condiciones que lo rodean.
Tenemos razones para creer, según se demostró en el primer capítulo, que los cambios en las condiciones peculiares de la vida originan tendencia a mayor variabilidad y, en los casos que hemos citado, se ve que han cambiado las condiciones, lo cual sería manifiestamente favorable para la selección natural, por otorgarnos una probabilidad más de que ocurran variaciones aprovechables, ya que cuando estas no tienen lugar, la selección natural nada puede hacer. Nunca se olvide de que en el término variaciones van incluidas las meras diferencias individuales; y como el hombre puede producir grandes resultados en los animales y plantas domésticas, al acumular en una dirección dada diferencias individuales, del mismo modo podría hacerlo la selección natural, aunque mucho más fácilmente que nosotros, puesto que se le concede tiempo incomparablemente mayor para su obra.
La naturaleza puede actuar sobre cada órgano interno, en cada sombra de diferencia constitucional, en la totalidad de la maquinaria completa de la vida. El hombre escoge sin más miras que su propio bien, Sentras que la naturaleza busca solamente á bien del ser a quien atiende. Todo carácter selecto es plenamente formado por ella, como lo implica el hecho de haber sido escogido.
Puede decirse metafóricamente que la selección natural está haciendo diariamente, y hasta por horas, en todo el mundo, el escrutinio de las variaciones más pequeñas; desechando las que son malas, conservando y acumulando las que son buenas, trabajando insensible y silenciosamente donde y cuando se presenta una oportunidad, en el mejoramiento de todo ser orgánico en relación con sus condiciones orgánicas e inorgánicas de vida. No vemos estos pequeños y progresivos cambios hasta que la mano del tiempo marca el sello de las edades, y aun entonces tan imperfecta es nuestra vista para alcanzar las épocas geológicas remotas, que lo único que vemos es que no son hoy las formas de vida lo que en otro tiempo fueron.
La selección natural puede modificar la larva de un insecto y adaptarla a una porción de contingencias completamente distintas de las que conciernen al insecto ya maduro, y estas modificaciones pueden afectar por correlación la estructura del adulto. Así también, por el contrario, las modificaciones de este pueden afectar la estructura de la larva; pero en todos los casos, la selección natural asegurará que dichas modificaciones no sean en manera alguna nocivas, ya que si lo fueran la especie se extinguiría.
La selección natural modificará la conformación del hijo con relación al padre y del padre con relación al hijo. En los animales gregarios adaptará la estructura de cada individuo al provecho de toda la comunidad, si esta puede ganar con el cambio selecto; pero la selección natural no puede modificar la estructura de una especie, sin darle ninguna ventaja, para provecho de otra especie; y aunque existan en las obras de historia natural manifestaciones que tienden a echar por tierra nuestro aserto, no hemos podido obtener en la práctica un solo caso que haya dado resultado.
SELECCIÓN SEXUAL. Esta forma de selección depende de la lucha entre individuos de un mismo sexo, y generalmente entre los del masculino, para llegar a la posesión de las hembras. El resultado para el competidor vencido no es la muerte, sino poca o ninguna progenie, siendo por lo tanto la selección sexual menos rigurosa que la selección natural. Generalmente, los machos más vigorosos o aquellos que están mejor preparados para ocupar sus puestos en la naturaleza dejarán mayor descendencia; pero en muchos casos, la victoria depende no tanto del vigor general como de poseer los seres en cuestión, las armas especiales limitadas a los machos. La guerra más severa tiene lugar entre los machos de los animales polígamos, que muy a menudo están provistos de armas especiales, y los machos de los animales carnívoros también se presentan bien armados, aunque a ellos y a otros pueda darles la selección sexual especiales medios de defensa, como la melena al león, la mandíbula de gancho al salmón, pues el escudo puede ser tan importante para la victoria como la espada o la lanza.
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Charles Darwin: EL ORIGEN DE LAS ESPECIES
NonfiksiPrólogo Charles Darwin, el científico naturalista que más contribuyó a la historia de la biología, nació en Shrewsbury el 9 de febrero de 1809. Quinto hijo de Robert Darwin, un próspero médico rural, y de Susannah Potter, creció en el seno de una...