You Never Walk Alone ~ BTS

Capítulo I

No sé qué era peor. Tener clase un sábado a las 8 de la mañana, obligar a mis piernas a desenredarse de las sábanas y partir hacia la universidad con cara de haber despertado de un coma; o quedarme en mi cama a hibernar cómodamente, con la sutil precisión de que eso implicaba aceptar la música de fondo en la habitación contigua.

¿Qué hay de malo con la música?, pensó la parte de mí que se negaba a permanecer consciente. A decir verdad, nada, era de hecho lo único que valía la pena en mi aburrida vida.

Pero esta clase de "música" era distinta. No estaba la prodigiosa voz de Michael Jackson deleitando mis oídos, ni Paul McCartney deslumbrando al mundo con el bajo, o Yundi Li interpretando obras maestras con el piano.

En su lugar, un dueto excepcional en onomatopeyas protagonizaba un musical de gemidos. Como si se tratase de una jodida armonía, estos venían acompañados de golpes y ruidos secos, similares al de un cabezal estampándose contra la pared.

Al principio me asusté al pensar que mi hermana podría haber sufrido alguna especie de combustión espontánea mientras dormía; eso lograría explicar los gritos y sacudidas de cama. Luego recordé que anoche había llegado a casa con su novio, aprovechando que mamá y papá habían viajado a Jeju para tener su reunión de trabajo número 23810. Así que sí, debía estar bastante caliente la cosa, pero por razones muy distintas a una incineración natural.

Convencida de que este par no iba a ser capaz de darse un descanso, busqué a tientas los audífonos que había dejado en la mesita de noche y los introduje con fuerza en mis oídos, tratando de bloquear cualquier otro sonido que no fuera el de mi canción favorita.

Para mi mala suerte, la letra de "Up & Down" no resultaba de mucha ayuda en este momento. Wi are, wi wi are. A mi querido cerebro no se le ocurrió mejor idea que enviarme una imagen mental de los dos tórtolos en una posición similar: arriba, abajo; arriba, abajo. Me reí de tan solo haberlo imaginado. Vaya, qué sucio ha sido eso, Soo Hee.

Con el estómago revuelto y la sensación de haber perdido el sueño por completo, caminé hasta el baño para tomar una ducha. Al final, en vez de asearme con el set completo de las mil mierdas florales que mi mamá había traído desde Japón; terminé con la vista fija en algún punto de la nada, contemplando con seriedad la posibilidad de rezar diez padrenuestros más tarde.

Me negaba a pasar un segundo más en una casa a punto de ser derrumbada por dos adolescentes con problemas hormonales; así que, resignada, metí en mi mochila todo lo que encontré en el escritorio y bajé las escaleras a velocidad récord, tapándome los oídos y repitiendo un conocido mantra infantil. 

Para mi buena suerte, el nuevo chófer había llegado antes de lo previsto y ya se encontraba esperando afuera del portón. Cogí un paquete de galleta integral y una cajita de leche fresca; todo sea por la maldita dieta, pensé. 

Antes de abandonar el prostíbulo, también conocido como "mi casa", se me ocurrió una buena forma de dejarle saber a Soo Jung que había sido una espectadora más de su increíble hazaña sexual; y que Boong-Boong, el perrito que siempre permanecía en su habitación, no iba a ser el único con traumas permanentes.

Dejé una nota encima de la mesa de mármol, escrita desde lo más profundo de mi corazón:

Ojalá se contagien de sífilis, gonorrea y todas las ETS habidas y por haber.
Por cierto, te dejé un vaso con zumo de limón en la nevera. ¿Por qué? Recuerda: un buen ejercicio siempre va acompañado de un nutritivo extracto.
Con amor, tu despreciable hermana mayor <3.

                              《 ☆☆☆☆ 》

– Es muy sencillo, solo debes colarte en la casa por donde sea -explicó animado el profesor-. Como ustedes bien saben, una de las causales de divorcio es la no convivencia matrimonial por un período determinado. Si una de las partes logra infiltrarse en el domicilio conyugal aunque sea por un par de horas, y se toma unas cuantas fotitos para Instagram a modo de prueba; su cliente logrará mantener su fortuna y ustedes podrán llevarse un buen tajo de ella. ¿Divertido, no creen?