capítulo 4

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  En el capítulo anterior…

Ama de llaves: no señor, no es la señorita Miki

R: -la miró sorprendido para rápidamente levantarse y correr a la sala de estar- ...¿sera ella? ... -susurró antes de llegar y toparse con ella, ahí estaba, sentada en el sofá de su sala de estar- Hungría... -fue todo lo que dijo-

H: - volteó  a verlo y tímida lo saludo- Hola... Vladimir...

R: Hu-Hungría..  ¿Qué haces acá? -estaba sorprendido y a la vez felíz, no podía evitar sonreír al verla en su casa, sintió la necesidad de abrazarla, pero al aproximarse ella se retrocedió-

H: mejor… no -desvió su mirada unos momentos antes de volver a hablarle- vine acá por trabajo, hay… algunos papeles que debes leer, son los acuerdos de la reunión anterior

R: oh…cierto, me encargaré de leerlos, luego se los entregarle a mis superiores… -la miró con una cálida sonrisa en sus labios- y… ¿necesitas algo más?

H: eh?... b-Bueno… en realidad, si… es sobre nuestro último encuentro

R: hm? ¿La última reunión? -sabía de lo que estaba hablando, pero quería escucharlo de los labios de la castaña-

H: No, no…me refiero a lo que sucedió luego de la reunión… cuando yo, te besé… -desvió la mirada, con un cierto carmín en sus mejillas por la vergüenza que sentía-

R: -inconscientemente sonrió, recordando los suaves labios de la Húngara- si, lo recuerdo… ¿hay algo que quieras comentar al respecto?

H: si… -volvió a mirarlo con cierta decisión en sus ojos, aunque por dentro sentía un agudo dolor en el pecho por las palabras que diría- por favor, dejemos de vernos… no quiero que aquello se vuelva a repetir, me hace sentir… extraña… pero no quiero sentirme así, por lo cual, Rumanía, no podemos seguir viéndonos a escondidas –sus ojos se humedecieron, dio media vuelta para caminar hacia le puerta-

R: -las palabras de la castaña habían borrado lentamente la sonrisa que habían logrado las mismas, sintió como atravesaban su pecho como si de una daga se tratase; al verla con las intenciones de irse instintivamente la tomo del brazo, soltando los papeles que le habían sido entregados, la miró dolido- no… ¿Por qué haces esto?...

H: -no fue capaz de voltearse a verlo- por favor… suéltame… -su voz se quebraba de a poco mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas hasta su mentón-

R: -noto como las gotas caían, la había hecho llorar otra vez)…prometo que te hare feliz… yo lo único que deseo es tu felicidad, porque amo tu sonrisa… yo… te amo… -junto con aquellas palabras le soltó el brazo para que así ella pudiese irse, dejándolo solo-

H: -aquellas palabras habían penetrado en su corazón, haciéndola querer quedarse a su lado, pero no podía permitírselo; corrió saliendo de la casa del Rumano para no detenerse hasta llegar a una plaza y descansar en una banca, las lágrimas no se detenían, lloraba desconsoladamente por lo que había hecho, se engañaba a si misma diciendo que ya no quería nada con él. Una sombra se posó sobre ella, al subir la mirada se encontró con dos rubíes rojos que la miraban con cierta tristeza-

Pr: Eli… -se sentó a su lado pasando su brazo por sobre los hombros de ella, abrazándola en el acto- no llores… te advertí que tuvieras cuidado… -le tomo gentilmente el mentón para hacerla subir la mirada y que lo viera a los ojos, lentamente fue acercándose a los labios ajenos mientras susurraba- …peo no te preocupes… yo estoy aquí para ti…

H: -su cuerpo no le respondía, tampoco su voz; solo podía mirarlo a aquellos ojos de rojo color, al igual que los del vampiro, no podía evitar recordarlo; pero al sentir los labios ajenos, sabiendo que no se trataba del Rumano, reacciono, no era lo  mismo; se apartó del albino empujándolo hacia atrás y levantándose rápidamente para darle la espalda- no… no hagas eso, por favor, solo quiero estar sola…

Pr: -la miró algo apenado de que no correspondiese la unión de sus labios, pero nada podía hacer- está bien… -quedo con la cabeza gacha, escuchando los pasos de la chica alejarse junto con la briza de invierno. A pesar de lo cercanos que fueron en el pasado, ahora, ya no lo eran, no sabía cómo o cuando fue que había sucedido, pero él quería ser más cercano a ella y enamorarla, y eso estaba siendo interrumpido por aquel maldito colmilludo, comenzaba a desesperarse-

El resto de aquel día se lo paso encerrada en su cuarto, no comió, y tampoco hablo con nadie; no paraba de pensar en cómo se sentía y lo mucho que dolía tratar de esconderlo.

Los días pasaban,  ambos países dolidos por su último encuentro: el rumano por su parte había perdido totalmente el ánimo, ya no sonreía como de costumbre; mientras que la húngara, deseaba borrar todo lo que le había dicho, aunque aún no estaba lista para aceptarlo públicamente, deseaba verlo y besarlo.

~.~día de reunión mundial~.~

;-;-;-; Narra Rumanía;-;-;-;

Sinceramente no deseaba ir a aquella reunión, pero fui obligado por mis superiores a asistir; caminaba por los pasillos hacia la sala con desgano, la cabeza gacha y ni siquiera me importo quien estuviera pasando por mi lado, solo me preocupaba de Hungría, de que podría hacerla llorar otra vez, de que la lastimaría como antes ya lo hice; no deseo hacerle daño, pero no puedo evitarlo tampoco.
Sin darme cuenta ya me encontraba frente a la gran mesa, en la cual, ya se encontraban la mayor parte de las representaciones sentadas; con la mirada busque a Elizabeth, estaba sentada junto a Austria, le sonreía de forma dulce, ella también me vio e hicimos contacto visual, pero no me tomo e cuenta y volvió a la animada conversación que mantenía con el de gafas, no sé por qué, por un momento sentí la esperanza de que me saludara.

Tome asiento en el lugar que me correspondía, tratando de poner mi mayor atención a las palabras de cada país que hablaba, sin opinar o hablar, me mantuve en silencio.

Al finalizar la reunión, ordene mis papeles con suma calma, me levanté de mi asiento despidiéndome de mis amigos forzando una pequeña sonrisa y agitando mi mano libre de papeleo; salí de la habitación, caminando por los pasillos, aliviado de que ya podía volver a mi casa; aunque no me esperaba el que alguien me jalara del brazo hacia otra sala, lanzándome hacia un sofá, provocando que soltara algunos de mis papeles al suelo.

-¡oye! ¿¡Que haces?! – levanté la mirada molesto, pero al ver a la persona que tenía en frente me sorprendí- ¿pe-pero que…?

.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Hola! -le lanzan piedras- xd lo siento… se que llevo más de un mes sin actualizar, pero ¿No les ah pasado que hay veces en las que la inspiración se va? Pos a mi si me pasó ;-;
Y nos vemos en la siguiente actualización
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Moi Moi!!

Accidente (RumHung)Where stories live. Discover now