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Louis siguió tocando toda la noche, no lo hacia nada mal, pero a las tres de la mañana cualquier cosa que no dejara dormir a Harry, era molesto para él, incluso intento hablar con él un par de veces más, pero solo consiguió que lo ignoraran.

Estaba regresando de la universidad y se encontraba muy agotado, debido a lo poco que puedo dormir gracias a su vecino.

Antes de que se cerrara las puertas del ascensor un pequeño cuerpo se escabulló entre ellas. El chico suspiro cansado, Harry lo reconoció inmediatamente, sobretodo a esas pequeñas manos que apretaban los libros con fuerza, tenían los dedos envueltos en curitas.

Ellos habían coincidido escasas veces en el ascensor, nunca habían hablado algo más allá de un saludo de cortesía.

"Buenas tardes." dijo él con su acostumbrada timidez.

"Ahora eres amable ¿eh?" respondió molesto.

"¿Disculpa?" el chico se ruborizó con vergüenza.

"Estas disculpado azotador-de-puertas-en-la-cara."

"Lo siento, no sé de que me hablas." estaba realmente confundido.

"¿Cuál es tu problema?" replico Harry, culpaba al sueño por su mal humor, normalmente no trataba así a las personas, mucho menos cuando eran lindos y menudos como su vecino.

Pero los ojos de él se llenaron de lágrimas y cuando las puertas del ascensor se abrieron, salió corriendo hasta su apartamento.

Gemma había observado la escena desde el pasillo, por lo que cuando entró a su nuevo hogar, su hermana lo reprimió.

"Te dije que no lo molestaras."

"No, tu dijiste 'vete a dormir Harry'. "

"Y en vez de eso fuiste a fastidiarlo, Hazz él tiene problemas."

"Ya lo creo, o su memoria es muy corta, o quizás luzco mas guapo que anoche y por eso no me reconoce."

"Es algo más serio idiota."

"¿Qué quieres decir?"

"Sufre de trastorno de personalidad múltiple." suspiro cansada. "El chico del ascensor era el verdadero Louis y el de anoche, era otra persona."

505 [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora