Problemática rivalidad.

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Nota del autor: Este one-shot es parte de un reto de un grupo Shikatema♥, esta semana se dejo como tema principal "Nara Family" 

Atte: Roma

Sinopsis: Las mujeres Nara son conocidas por ser problemáticas, mandonas y agresivas, los hombre Nara lo que tienen de vago lo tienen de inteligencia; Ellos saben muy bien que hay conflictos donde no deben meter sus narices.


Problemática Rivalidad.

Fue en la noche que llego a su casa, fatigado y con el estomago rugiendo por algo con lo que alimentarse. En la puerta de la entrada con una mano acariciando con frenesí su nuca podía ver como unos grandes ojos verdes lo observaban, y no podía descifrar que le pasaba por la mente de su pequeño hijo de solo cinco años, este a pesar de la hora tenía sus orbes bastante abiertos, era un logro verlo despierto tan tarde. El niño aun con el ceño fruncido se acerco a su padre y con sus brazos extendidos le reclamaba que lo tomara en brazos, el mayor suspiro y lo tomo cumpliendo el capricho del niño que seguía mirándole con cierto ¿enojo? Tsk, mujer problemática que le hizo que no pueda entender las facciones de su hijo por la enigmática mirada regalada por su madre. –Al menos se que habrá algo delicioso de cenar. –Murmuro para acercarse a la cocina donde un dulce olor envolvía el lugar. Se detuvo de golpe, dos estruendosas carcajadas lo asustaron, mendokusei.

– Eso es asombroso Yoshino-san. –La estrepitosa voz de su esposa le llamo la atención, esta parecía más alegre que otros días, eso era de alguna manera algo que celebrar en la casa; pues desde que nació Shikadai ella ha sacado a relucir su lado maternal con su hijo pero era algo, ¿Cómo decirlo? Histérica con él.

– Oh querida, ¡A demás creyó que podía esconderse! No tenía remedio. –La risa de la chica volvió a resonar en el lugar, Shikamaru hizo aparición de repente cargando a su hijo para encontrarse con su mujer cortando vegetales mientras que su madre bebía un té en la pequeña mesa de madera que había en la cocina.

– Hola. –Expreso mientras se sentaba junto a su madre dejando a su pequeño hijo en su regazo, su madre le sonrió mientras que Temari levanto el cuchillo para moverlo en una señal de saludo.

– Llegaste temprano. –Manifestó la chica colocando las verduras en la cacerola para después acercarse a la mesa y servir un poco de té para el de cabellos negros que en cuanto la chica acerco su mano para dejar bebida frente al muchacho, él la tomo de la muñeca obligándola a mirarlo para después besar su mano haciendo sonrojar a la mujer que le sonrió con arrogancia para soltarse del agarre y seguir con sus labores, no sin antes mirarle por encima del hombro con una media sonrisa que lo hizo erizar su piel.

– Llegaste en un buen momento, estaba preparando mi maravillosa sopa de miso. –Expreso la rubia con una sonrisa llena de autosuficiencia, es que aquella mujer ni con miles de años podría cambiar. Shikamaru sonrió con cierta fatiga y abrazo con un poco más de fuerza al niño que sujetaba en su regazo, pues este a pesar de ser un poco perezoso y poco expresivo se dejaba hacer por sus padres.

– Oh querida, ni con años de práctica podrías llegar a cocinar una sopa de miso como la mía. No te preocupes, eres genial igual. –Dijo la de cabellos oscuros mientras acariciaba la cabeza de su único nieto. La cabeza del clan trago saliva y sintió como en la habitación el aire se tensaba ante la declaración de su madre, pues acaba de meterse con el orgullo de la kunoichi más orgullosa y cruel de su generación.

– Yo-shi-no-san, usted es muy amable pero, está un poco equivocada. Mi esposo ama mi sopa. –Dio la media vuelta dejando ver su rostro de donde surcaba una sonrisa cínica acompañada de su ceño fruncido y aquella vena en su frente sobresaliendo.

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