①¿Quién es él y quién soy yo?.

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-¡Y una mierda Alisson!-Grite.

Vi un auto venir hacia mí sin frenar y todo se volvió negro...

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Desperté con una pesadez en mis parpados, pero... ¿Dónde estaba?.

Vi a dos persona a los pies de mi cama y a lado de mi un vaso de agua.

-¡Ey!-Llame la atención de alguna de las dos personas.- ¿Me pasas el agua?-Dije desesperada pero no queriendo ser grosera, me moría de sed.

-¡Oh por dios!-La mujer pego un alarido que me hizo cerrar los ojos.

-¡Hija! –Dijo el hombre y las dos personas me abrazaron.

Quede impactada mientras me abrazaban.

-Disculpen, pero no los conozco.-Reí.

Las personas se alejaron de mí y me vieron con horror, tan fea era?...porque ni siquiera me podía acordar de mi rostro.

-Despertó.-Dijo un medico pasando por la habitación, supongo que era un medico, túnica blanca...

-No nos recuerda doctor, ¡dígame que no es verdad!-Grito la mujer histéricamente llorando y siendo consolada por el hombre.

-Déjenos a solas por favor.-Dijo el médico sacándose los lentes y mirándome.

Las personas salieron. La mujer seguía llorando, el hombre estaba en una especie de shok.

-¿Recuerdas tu nombre?-Pregunto el medico sentándose en un sillón cerca de mí.

Quise hacer memoria pero no salía nada.

-No.-Dije mirándole.

-¿Edad?-Pregunto viéndome.- ¿Recuerdas algo?.-Pregunto de vuelta ya que no había contestado.

Negue lentamente.

El medico asintio y salio por la puerta.

La curiosidad me carcomió y me levante hasta un espejo que estaba en lo que supuse que era un baño.

Tenía los ojos azules y un pelo castaño muy claro pero no llegaba a un rubio, mi tés era blanca, pero no pálida ni colorada, algo que llamo mi atención fue la cicatriz que tenía a un costado de mi frente, la toque pero no sentí nada.

-Entonces... ¿Me están diciendo que son mis padres y un auto me atropello haciendo que quedara en coma por medio año y perdí la memoria?-Dije con el ceño fruncido.

El medico asintió.

-Sera una buena historia para contarle a mis hijos.-Dije sonriendo.-¿Tengo hijos?-Pregunte rápidamente.

-No cariño.-Dijo mi madre triste.

-¿Nos vamos a casa?-Dije viéndolos, tratando de reconfortar que tienen una hija que no recuerda nada.

Una semana después de puros estudios en el hospital el doctor me dio el alta asignándose un psicólogo y que lo vería en seis meses.

El viaje fue silencioso, de todas formas entendía a mis padres, no tienes un hijo pensando en que va a perder su memoria y mucho menos luego que lo conoces.

Al llegar, era una casa hermosa, me mostraron mi habitación y me disgusto bastante, estaba muy desordenada, la ropa tirada, la cama sin hacer, comida por doquier y los muebles estaban rayados, diciendo cosas groseras.

-Lo dejamos tal y como lo dejaste, quizá te ayude a recordad algo.-Dijo mi madre.

-No es por ofender pero ¡que desastre es esta habitación!-Dije arreglando la ropa.

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