t r a i n i n g w h e e l s

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mientras seokjin conducía su mirada hacia abajo, aferrándose a las banditas entre sus manos -las cuáles preparó para cuando las manos del menor tocasen el áspero pavimento-, tratando de concentrarse en el camino y con su mano disimuladamente puesta sobre el asiento de la bicicleta en el que estaba namjoon, se da cuenta de algo.

las ruedas ni siquiera están rozando el suelo. y está demasiado asustado como para quitarlas, a pesar de que están tan desgastadas...

-joonie.-le llama, el menor le mira de reojo.-prometo que no te empujaré a la tierra... pero, por favor, prométeme que las quitarás primero.

el más alto se sorprende, se sonroja un poco y mira con nerviosismo a las ruedas. en verdad están sucias y destrozadas, pero no quiere dañarse ni a él ni a la bicicleta cuando caiga al suelo al rodar sin sus ruedas entrenadoras.

-maldito idiota.-le murmura al mayor cuando este pasea su lengua por su piel, sin apartar su mano de su asiento. obviamente, el menor no sabe que a seokjin le gusta todo lo que hace.

le gusta cuando le dice lo jodidamente idiota que es por la estúpida mierda que hace todo el tiempo para llamar su atención. le gusta que siempre esté para él, que lo abrace cuando las muñecas le hablan y escucha a yoongi romper y quemar cosas en su habitación mientras grita lo mucho que odia haber nacido -todo por culpa de alguien bajito pero mujeriego que se ganó el corazón del pobre drogadicto, pero ese es otro tema-. le gustan los mimos que le ha dado desde que él tenía 14 y namjoon 12, a pesar de que no eran pareja, de que sólo eran simples compañeros de juegos que se encariñaron en demasía. le gusta que nunca se ha quejado ni le ha demostrado el miedo interior que le tiene a sus muñecas y a sus realistas ojos de falso cristal.

por todas esas razones el corazón de seokjin se acelera cuando ve a su menor, y se da cuenta de que quiere montar su bicicleta con namjoon todo el tiempo. quiere montar su bicicleta completamente desnudo, sin ninguna rueda entrenadora, sólo para el teñido de rosa –el color favorito de seokjin-.

-h-hagamos algo.-jadea cuando namjoon roza la piel bajo sus jeans con sus largos dedos, y entrecierra sus ojos cuando besa su cuello.-las quitaré por... ti, joonie.

y namjoon no puede negarse cuando mueve su mano sobre el asiento. en verdad no se esperó que el más bajo hiciese el primer movimiento en los pedales.

y, aunque sabe que lo está usando, que está siendo sólo una muñeca más de el mayor, un simple sustituto de aquel nuevo muñeco que antes iluminaba sus días, decide dejar que seokjin haga lo que desee.

deja que disfrute antes del infierno.

-

¡pUM! renací. lo siento, el wattpad estuvo muy mal para mi estos últimos meses, por eso no pude publicar capítulo. espero poder hacerlo más seguido ahora ;u;

-A.

c r y b a b y ☹ njDonde viven las historias. Descúbrelo ahora