MI JEFE || Jimin & Tú

1.

6:30pm. Jueves. Solo un día más para terminar la semana laboral.

Apago mi computadora, ordeno mi escritorio, guardo mis lentes, mi agenda y mi celular en mi mochila y voy al baño.

"Ya regreso" dije al pararme de mi sitio.

A parte de mi, solo hay otros 5 trabajadores en la empresa: Yvet, la gerente; Franco y Sebastián, funcionarios ya mayores; Dina, una analista y Jimin, mi jefe.

Dina, por tener horario de lactancia, se fue a las 5 pm. e Yvet se había ido hace 15 minutos cuando llegó su taxi.

Franco y Sebastian trabajaban juntos en una misma oficina y llevaban horas discutiendo sobre un negocio que no iba bien.

Jimin, por tener más negocios que manejar que el resto, tenía su propia oficina; y yo, al ser su asistente, me sentaba en un escritorio fuera de la misma.

Mis amigos de la universidad estaban organizando una fiesta más tarde y aproveché para maquillarme y arreglarme un poco el cabello.

Cuando regrese a mi sitio, Franco y Sebastián ya no estaban. Solo estaba prendida la luz de la oficina de Jimin. Mierda.

Desde que le comenté a Yvet que había salido en una cita el fin de hace semana, Jimin había estado actuando diferente. Esta era la primera vez que nos quedábamos solos en la semana.

He notado que últimamente hacemos más contacto físico. Cuando le entrego documentos, nuestras manos rozan, y cuando se va antes q yo, toca mi hombro y deja caer su mano como acariciando mi brazo.

No me mal interpreten. Jimin definitivamente me parece atractivo. Mentiría si les digo que a veces no me quedo mirándolo como idiota. Siempre está muy bien vestido y se nota que se mantiene en forma. Cuando está concentrado en algo, emana un aura sexy y poderosa. Cuando se ríe, a mi también me dan ganas de sonreír. Si trabajáramos en diferentes lugares, tal vez sería un poco más coqueta y seductora. Pero es mi jefe... no sería correcto.

" (T/N)? Entra, por favor. Quiero revisar un documento contigo. Puedes quedarte unos minutos más?"

Mierda.

"Sí, claro. No hay problema" dije entrando en su oficina. "Puedo quedarme 1 hora más máximo. Tengo un compromiso luego".

"Vas a salir con alguien?", dijo alzando su cabeza y estableciendo contacto visual. "Te has maquillado."

"Uhm, algo así.", dije sonrojándome ligeramente.

Después de mantener la mirada un par de segundos, reinicio la lectura del documento que tenía en la manos. "Entiendo. No perdamos tiempo entonces. Siéntante."

Camine hasta la silla frente a su escritorio y cuando estaba por sentarme se paró de su sitio, lo que me hizo frenar mi acción y volver a erguirme. También había un sillón cerca a la ventana para cuando tenía varios invitados. Quería que me siente ahí?

"No, siéntate a mi lado. Para que podamos leer las hojas cómodamente." Dijo jalando la silla al lado de la suya (en el mismo lado del escritorio).

"Oh, si, bueno." Algo estaba raro. La atmósfera estaba tensa. Me senté y espere a que se sentara, pero solo se quedó parado detrás de mi silla. "Entonces, como quieres que te ayude?", dije agarrando el documento para dar una leída rápida.

"En muchas cosas. Más de las que piensas.", dijo susurrando en mi oído.

Inmediatamente me tensé. Sentía su respiración en el cuello. No sabía que decir. Al menos en esta posición el no podía ver cuán roja estaba mi cara.