3.

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No pude dormir bien. Después de la conversación con Jimin, tenía la idea que en cualquier momento aparecería en mi departamento y comenzaría a tocar el timbre como loco, pero eso no pasó.

Sé que le he dicho a Alexa que Jimin no me interesa. Pero creo que él realmente me gusta. Ese día en su oficina yo quería que él me diga que me quería. Cuando me llamó ayer en la noche sentí una ligera emoción y, en lo más profundo de mi ser, quería que venga a mi departamento para poder aclarar el asunto.

Cada hora qué pasa y cada cosa que hace solo me lleva a pensar que soy una más en la lista y odio sentirme traicionada y herida. Pienso demasiado y lo odio.

Como ya eran las 11 am, decidí saltarme el desayuno y almorzar al medio día. Salí de mi cama luego de estirarme y dar un par de vueltas, elegí mi outfit del día y me metí a la ducha. Diez minutos antes de las doce estaba lista.

No me gustaba comer sola y es lo que menos me gustaba de vivir sola. Tampoco soy una diosa de la cocina así que normalmente comía fuera de casa. Afortunadamente, uno de los primeros días después de mi llegada al edificio en donde vivía, encontré un pequeño restaurante/cafetería que vendía comida saludable y rica, el precio era bastante cómodo y la decoración era bastante acogedora. Lo mejor de todo es que hay una barra en el segundo piso diseñada para que las personas se sienten a comer solas y tiene una vista espectacular de las calles. El restaurante estaba a unas cinco cuadras, así que iría caminando.

El día estaba despejado y el sol brillaba con fuerza. Cogí mis lentes oscuros y las llaves del piso antes de subir al ascensor, el cual tenía acceso directo a mi departamento.

Cuando las puertas se abrieron en la recepción tuve unas ganas tremendas de cerrar las puertas de nuevo y regresar a mi piso. Jimin estaba, tan atractivo como siempre, conversando con Claudio, el vigilante. Había aparcado su carro frente al edificio bloqueando toda posible ruta de escape. Ambos se giraron a verme y Jimin sonrió.

"Señorita (T/N), que bueno que baja. El joven Park quería subir a su departamento, pero como usted no me había dejado nada indicado le hice saber que no podía dejarlo pasar. ¿Lo conoce?", dijo Claudio preocupado.

"Lo conozco pero no tenía planeado que venga hoy de visita. Muchas gracias por no dejarlo pasar, la seguridad es lo primero", dije saliendo del ascensor y caminando hacia ellos.

"Siempre a sus órdenes srta." dijo complacido.

Le sonreí y pase de largo ignorando a Jimin, logrando caminar con paso estable aun cuando sentía las piernas como gelatina.  Abrí la puerta exterior, salí a la calle y me puse en marcha al restaurante. No había dado ni dos pasos antes de que Jimin me sujetara del brazo, obligándome a girar y mirarlo a la cara.

"Por favor, no seas terca. Sube al auto y conversemos", me dijo serio.

"Tu eres el terco!! Ayer te dije que no quiero hablar de lo qué pasó! Lo tengo claro y estoy dispuesta a hacer de la vista gorda para que sigamos con una buena relación laboral. ¿Por qué insistes en complicarlo todo?", le dije dejándome llevar por mis emociones y tratando de soltarme.

"Almorcemos juntos", dijo sereno soltando mi brazo para rodear mi cuerpo y darme un leve empujón hacia su carro.

"¿Me escuchaste!? ¿Qué es lo que te pasa!?", dije indignada por el poco interés que le ponía a mis palabras.

"Fuerte y claro. Pero no me dices nada que tenga sentido así que lo hablaremos mientras almorzamos" dijo igual de tranquilo y abriendo la puerta del copiloto para que suba.

"Por si no te habías dado cuenta, estoy de salida. Tengo planes y no son contigo." Dije indiferente y traté de pasar por su lado para alejarme de él y su carro.

"¿Estás yendo a una cita nuevamente?", dijo en un tono un poco más tosco pero sin moverse ni un solo centímetro.

"Eso a ti no te importa. Ahora muévete. Voy tarde." Dije firme mirándolo directamente a los ojos.

Él me sostuvo la mirada sin decir nada. ¿Había logrado convencerlo? ¿Se iría y al fin olvidaríamos todo este asunto? ¿Había ganado?

"No", dijo y tiro de mi hacia él. No sé cómo pasó pero nuevamente estaba besándome y era increíble. Me deshice en sus brazos al instante. Olvidé que estábamos en la calle frente a mi edificio a merced de todos los vecinos chismosos y pasé mis brazos por su cuello. Era un beso lleno de necesidad y deseo. Si me lo hubiese pedido, hubiese aceptado gustosa subir a mi departamento para continuar. Luego de lo que pareció una eternidad se separó de mí para tomar aire. Me sentía mareada.

"Sube al auto. No me hagas repetirlo."

Cerré los ojos buscando alguna excusa para oponerme, pero terminé obedeciéndole.

MI JEFE || Jimin & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora