Hyukjae sabía que no era como los otros niños de su vecindario.
"Todos los niños piensan que son diferentes." Le había dicho su madre, "Solo eres igual que ellos. Estoy segura de que esa sensación pasará con el tiempo."
La madre de Hyukjae estaba muy equivocada. Esto era más que una sensación. Hyukjae lloraba cada vez que tenían que cortarle el cabello. No quería el cabello corto, él quería el cabello largo como el de la niña que vivía al lado, como el de las mujeres que veía en las revistas. Él no solo quería el cabello largo que ellas tenían, sino que descubrió que también quería usar sus ropas. No le gustaba el cabello corto ni la ropa sin brillo. Él quería dejar crecer su cabello, usar vestidos coloridos y collares de perlas.
"Eres un niño, Hyukjae." Le dijo su madre. "No eres una niña. Esta es la forma en la que debes vestirte."
Esas palabras sonaron tan raras en los oídos de Hyukjae. Honestamente, él no estaba seguro de que era un "niño". Él solo sabía que no era uno.
A medida que pasaba el tiempo, Hyukjae aprendió. Estudió a esos supuestos niños y niñas. Les preguntó qué les gustaban y observó cómo se vestían. Resultó que la mayoría de las niñas jugaban con muñecas, mientras que los niños preferían los dinosaurios. A las niñas también les gustaba reírse de los niños, mientras que ellos les respondían jalándoles el cabello.
Aunque Hyukjae estaba confundido ante este extraño mundo de niños y niñas, él estaba completamente seguro de que era una niña. Él solo nació en el cuerpo equivocado.
Después de que su madre entrara un día a su habitación y lo encontrara probándose joyas y maquillaje, ella decidió llevarlo a un médico especial que pudiera encontrar la forma de "arreglarlo". Hyukjae no encontraba ninguna parte de sí que estuviera rota, pero de todos modos siguió a su madre al coche, solo por si acaso.
"No hay nada mal con su hijo." Dijo el doctor especial, sonriéndole a Hyukjae. "¿O debería decir hija? Si Hyukjae siente que es una niña, entonces no debe reprimirla. No hay ninguna pastilla que pueda arreglarlo, porque no está roto. Le aseguro que lo que hay que hacer es aceptar este cambio, por el bien de Hyukjae y el suyo."
La madre de Hyukjae se veía devastada cuando salió de la oficina del doctor, casi como si hubiese perdido a un hijo. Cuando Hyukjae tiró de su mano y le dijo: "No estés triste mami, sé feliz, porque no estoy roto.", poco a poco ella comenzó a sonreír.
"Tienes razón." Dijo ella, arrodillándose y sacando un broche con forma de libélula que le colocó a Hyukjae en el pelo. "Creo que solo fue mi imaginación."
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Cuando Hyukjae tenía diez años, poseía muchos vestidos y blusas de colores, así como su pequeña pero propia joyería. El broche de libélula que le había dado su madre se encontraba sujetado en una esquina del espejo como un recordatorio del mejor día de su vida –el día que su madre finalmente lo llevó a comprar ropa bonita.
El padre de Hyukjae no estaba contento de encontrar a su esposa e hijo jugando con vestidos en la sala cuando llegaba del trabajo. A pesar de que habían transcurrido varios años, aún se negaba a aceptar a su hijo como una hija. A Hyukjae no le importaba mucho; su padre nunca fue cruel con él, solo se quedaba en silencio cuando veía que Hyukjae usaba vestidos y estilizaba su cabello. Su padre estuvo especialmente disgustado el día que su madre le enseñó a Hyukjae cómo afeitarse las piernas y las axilas, reclamando que "lo único que tiene que afeitarse un chico es la cara."
"No soy lo suficientemente bonita." Hyukjae se quejó un día, haciendo que su madre suspirara.
"Eres preciosa, cariño." Respondió ella. "No necesitas maquillaje. Eres muy joven."
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[HaeHyuk] Santuario
Фанфик"Habían partes en la vida de Hyukjae que siempre lo confundían. Por suerte, habían personas que sabían cómo mostrarle qué partes realmente importaban, principalmente una persona. "