Una, dos, tres pulsaciones que oprimen mi pecho, y sigo gritando, maldigo abiertamente al cielo y me pregunto por dentro si esto puede llegar a ser una broma, la broma más cruel de mi vida.
No puedo creer que se allá ido de un momento a otro, detesto los funerales, pero ¿que hago ante eso? No puedo hacer nada, absolutamente nada.
El aroma a flores me presiona la cabeza, me duele y el aroma que capta mi nariz me da Ascó, en cualquier momento voy a vomitar.
Solo.
Estoy solo y mi mundo esta a escasos centímetros de poder caer a un gran agujero negro, en donde por lo menos mi alma no se daría a notar.
¿Que había de malo en nuestra relación? Mi corazón espero demasiado, esta es la parte por la cual había decidido no enamorarme, es peor que un hechizo y el estudio de la caída libre.
Hubiera decidido morir con él, ¡claro! Como si eso fuera posible Magnus.
Por lo menos hubiera escogido su vida inmortal y estar con él una vida completa. ¡No era tu decisión!
-¡Pueden Callarse! - bien, logre la atención de todos y mis ojos parece que fallaron.- ¡Quiero a todos fuera! - mirar, mirar y mirar., que deprimente ¿no saben hacer otra cosa?
No tengo la culpa de que la maldita música del instituto para sus funerales fuera tan irritante.
Al fondo del salón estaba Jace, parecía demacrado y se que estuvo llorando, ¡Bien! Sufre mi perdida, a mi me duele más.
Justo a un lado contrario estaba Izzy quien miraba pérfidamente la caja, parecía que trataba de comprender lo que pasaba. ¡No es tan difícil entender Izzy!
Clary, Simón, Raphael, y un sin fin de rostros conocidos para mi, miraban sin saber que hacer.
Presione mis puños y chispas salían de este.
-¡FU-E-RA!
¡bien! Entendieron, todos salían apresuradamente dejándome con mi dolor.
Nadie lo iba a entender, llorar, llorar y gritar con cada recuerdo que llegaba a mi mente, recordar el tacto de mis labios sobre él.
¿Cuanto había pasado? Parecía una eternidad, lo extraño, mucho... Cada momento de ahora, cada minuto, cada segundo, cada pensamiento respectivamente es él.
Lo siento, siento su cálido tacto, volteo y no existe, no esta.
-¿Magnus?
-¿Qué?
- ya es hora.
Que sensación tan desagradable, se me retuerce todo.
Los padres de Alec me miran con desprecio, no les gusta mi presencia en el instituto, y mucho menos en esta situación.
Me levantó y pongo mi mejor cara, se llevan la caja, Jace camina hacia a mi, ¡No necesito esto ahora! Pongo mi mejor cara de mala leche y para su paso.
Jace es el culpable de todo ¡Y que le den al Teñido!
Siempre a parecido ser un enemigo, hoy lo compruebo, no sentiría este dolor si no lo hubiera provocado él.
Pasa el tiempo rápido, muy rápido, creo que en tantos años en este mundo, no parecían compararse.
Todos están a mi alrededor, un tipo que de haber sido antes de Alexander me hubiera parecido una buena noche, me entrega una estúpida caja de mármol blanca con su nombre tallado en la misma.
Abrazo la caja y me tiro al piso, no pienso soltarla.
Lloro, una vez más lo hago. El teñido sigue en segundo plano y mis ganas de matarlo crecen más. ¿Por qué no se va?
Parece que lee mis pensamientos y comienza a tomar un rumbo, cierro mis ojos e imagino que aquí esta.
-¿Por qué se te ocurrió dejarme amor?
-¿Magnus?
Su voz, su cálida voz me calma el huracán. Me paro y me dejo envolver en sus enormes y sensuales brazos.
¡Alec!
-¡Me dejaste solo nefilim estúpido!
- nunca te dejare solo amor, pero no creí que iba a complicarse mucho lo que hacía.
-¡Se ha ido! Y todo es culpa del maldito teñido, Recuerdame ¿Por qué no lo mate?
-Porque es mi parabatai y yo te lo he pedido.
-Tendras que pagarlo Alexander
-con lo que tu me pidas.
Su sonrisa era tan cálida, en verdad parecía luz en obscuridad.
-¿En donde estabas?
- consiguiendo esto.
Sacó de una pequeña bolsa de regalo un pequeño bebe gato, su pelo era grisáceo, con su pequeño pecho color nieve, sus ojos eran del tono de mi amado, azul, sus patitas temblaban era ¡Adorable!
-¡Alexander!
-Quizas no remplace a presidente Miau, pero quizás tu y yo podamos cuidarlo y amarlo juntos.
Su cuerpo esta pegado al mío, ¡Que revolución de emociones! Me siento feliz y tengo a un lado las cenizas de mi querido presidente miau, pero todo cambia, y hoy cambiaba mi historia.
-¿Crees que podamos cuidarlo juntos?
-¡Ay Alexander!
Deje al pequeño gatito en el suelo y bese con desesperación y deleite al amor de mi vida. ¡Que chico el mio!
Una lágrima recorrió mi rostro, esta vez no sentía horror al dejarla recorrer la mitad de mi cara, creo que era lágrima de felicidad, sí, eso es, una lágrima de felicidad.
Mi felicidad, por mi Alec Lightwood.
Quizás después de todo no mate a Jace, aunque gracias a que su tinte de cabello le acabara las neuronas y cometiera el grandicimo error de atropellar a Presidente Miau, me dio la oportunidad de escribir un capítulo más e mi historia con Alexander.
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¡Hey! No hay un nombre oficial, ni una portada.
Pero se que sabes que hacer, para ti.
edithABLfresa
SHS mil apellidos ⭐😂
