Ojos Con Color A Sol

CAPITULO CUATRO: PREGUNTAS SIN RESPUESTAS

Después de llegar a mi casa y beberme una buena taza de café, me cubrí con las cobijas de mi cama y aunque yo no quisiera aun así se me salían las lágrimas, mi cabeza me estaba volviendo loco, tenía tantas preguntas que no me alcanzaría ni la vida entera para contestármelas, pero habían dos preguntas que se me pasaban por la cabeza a cada rato ¿me enamore de un hombre? ¿Por qué me duele tanto? Yo siempre eh escuchado el rechazo que nuestra sociedad maneja hacia los homosexuales así que yo no quería ser rechazado, tenía que ocultar lo que sentía y reservármelo solo para mí, porque no soy amigo del rechazo ni de los que rechazan, y supongo que me duele de esta manera porque me gusta, porque quería que estuviera siempre en mi vida y que nunca se fuera, porque sus ojos me alegran el día cuando los veo, porque una sonrisa es suficiente para dejar de pensar en mis problemas, pero detrás de todo esto había otra cosa aún más inquietante ¿el sentía lo mismo? Él era un tipo muy reservado que podía estar muriendo de dolor y que aun así prefería guardárselo para él, para que nadie más lo supiera, cada vez que hablaba con él había un instante de silencio en cada conversación y en ese instante el siempre volteaba sus ojos amarillos y los apuntaba a un punto fijo en esos instantes yo moría por metérmele a su cabeza y saber sobre sus pensamientos, sobre su futuro y sobre lo que él quería que ocurriera con su vida y con esa conversación.

Al otro día fui al hospital central y todo paso de gris oscuro a amarillo sol, el ya había despertado y los médicos me dieron las gracias por haber asistido ayer ya que eso ayudo a su recuperación no se explicaban como, pero aseguraban que había funcionado, ingrese a su habitación y me sonrio,yo no pude aguantar las ganas y me le tire a abrazarlo con lágrimas en los ojos le exprese lo feliz que me hacia el echo de saber que el ya se encontraba mejor mientras lo abrazaba un quejido salió de su boca, yo por supuesto me alarme preguntándole ¿te hize daño? Y el empezó a gritar que no sentía la cadera, los médicos ingresaron automáticamente a la habitación y me pidieron que me retirara mientras hacían un chequeo rápido a lo que Juan contesto 'el no ira a ningún lado' después de oír lo que él dijo me quede en la habitación con una cara estúpida de preocupación, los médicos lo revisaron y dijeron que por alguna razón que eso era normal y no había de que preocuparse así que volví a entrar y lo abrace durante un buen rato a lo que el respondió de una forma brusca empujándome y replicándome '¿Qué te pasa?¿te gusto o qué? Y tras hacer estas preguntas me hizo una mala cara a lo que yo reaccione con un 'vengo luego' y me retire, mas tarde ya estando en mi casa recibí una llamada y era de el:

-yo no quería tratarte de esa manera, perdón-se excuso

-bueno, todo está bien-conteste

-no soporto que un hombre me toque la cara-añadió

-hablamos luego-concluí.

Es terrible encontrarse en esta situación, una situación donde debes callar lo que sientes, yo siempre en mi vida tuve muchas novias, las cuales quise mucho, no entendía por qué, después de 16 años de querer coger con todas las mujeres existentes en el planeta, me enamore de un hombre, en ese instante pensé en visitar a un psicólogo pero creo que a un psicólogo tampoco entendería.

Fui a la escuela al otro día y era como si todos hubiesen sabido que estuve con Juan, la primera en preguntar fue Nicol:

-¿lo viste?-pregunto

-Si-respondí

-¿y qué tal?-con voz de curiosidad

-no quiero hablar de eso-concluí.

Ese día estuve solo durante cada uno de los descansos, no quería que nadie se me acercara, miraba a todos lados y pensaba en él y su forma de quitarme de encima, aquel día no lleve el carro al colegio así que me fui caminando hasta mi casa ya que este quedaba a cinco cuadras de mi casa, en el camino me encontré con Noah una muchacha de quince años, con la cual había platicado unas cuantas veces en mi viejo colegio:

-Hola-me saludo

-Hola Noah-respondí a su saludo

-¿Cómo te sientes?-pregunto

-Bien-respondí

-Te regalo un dulce-añadió

-Que bien, gracias-me retire

El dulce que me dio era una pastilla azul con borde circular un dulce que jamás había visto, pero por venir de una persona conocida, lo destape y lo pose sobre mi lengua, esta pastilla tenia sabor a limón y era un poco dura, luego de haber terminado con ella, tome las llaves e ingrese a mi casa, mi mente en ese entonces necesitaba descansar, pero todo lo contrario,empeze a ver muchas cosas atemorizantes que lo incluían a él y todo me daba mareo, hasta que empecé a vomitar como loco en las escaleras,el estomago me ardia de una forma bestial