Sinopsis:
Él la miraba, toda ella. No su cuerpo, ni sus facciones, él estaba viéndola a ella completamente: mente, cuerpo y alma. Justamente de la forma en la que ella era, pura y completa.
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Él la miraba como si fuera todo en el mundo. Era única, para ella atraer la atención era fácil. Ella era como la única rosa roja entre tulipanes morados; la única nube blanca de algodón en medio del tormentoso cielo; el último grano de azúcar entre aquellos de sal. De hecho, ella no era todo en su mundo, ella era su mundo. Un mundo digno de ser descubierto.
Él miraba su figura delgada que estaba sentada con gracia en la silla rosa en frente de su escritorio. Piernas cruzadas, espalda recta, pies en punta, cabeza ligeramente inclinada. Ella tenía gracia.
Él miraba como sus delicadas y hábiles manos trabajaban arduamente mientras cosía, haciendo cada movimiento con encanto. Ella era encantadora.
Él miraba como cada mechón de su obscuro cabello estaba justo en su lugar, enmarcando su terso y redondo rostro. Ella era delicada.
Él miraba como sus mejillas eran naturalmente coloreadas con un brillante rosa pastel, producto del calor de la tarde. Ella era tierna.
Él miraba su lengua y como ésta reposaba en la comisura de su boca, ayudándola a mantener la costura recta. Ella era dedicada.
Él miraba como sus delgadas cejas estaban fruncidas en concentración al coser un dobladillo en la esquina de la prenda. Ella era apasionada.
Él miraba sus enormes ojos que roban el aliento, en los cuales él sea perdido tantas veces. Profundo adictivo azul. A través de los cuales, Paris ha sido visto con pasión, preocupación, entendimiento, compasión y amor. Aquellos que le han enseñado a él a ver.
Ella era bella.
¡Y vaya que él sabía de belleza!
. . .
Pero entonces él empezó a ver más allá. Él comenzó a ver lo que no se ve a primera vista.
Él miraba su valentía, su desinterés en sí misma, su inteligencia, sus habilidades, su corazón puro, su consideración, su dedicación, su fuerza, ella toda. Porque, a pesar de las veces en las que él ha sido testigo de su debilidad. Ella siempre ha mostrado que es capaz, que ella vale la pena.
Dale dos palabras de aliento y ella te regresará diez. Dale una sonrisa y recibirás una risita. Dale las gracias y ella te dará más de lo que tú puedas esperar de ella. Hazle un favor y ella de alguna forma te pagará de regreso. Dale ayuda y ella hará lo mismo por ti sin siquiera notarlo. Dale confianza y ella vencerá sus miedos. Dale un lucky charm y ella hará las cosas miraculous. Dale una palmada en la espalda y ella te abrazará como si no hubiese mañana. Dale defensa y ella te llamará amigo. Dale tu amistad y ella peleará por ti.
Dale un paraguas y ella quedará enamorada.
Porque eso era ella.
Él la miraba, toda ella. No su cuerpo, ni sus facciones, él estaba viéndola a ella completamente: mente, cuerpo y alma. Justamente de la forma en la que ella era, pura y completa.
Esa manera que hacía que él sintiera su corazón satisfecho.
Ella era hermosa. La hermosura era su naturaleza. La naturaleza de su corazón.
Marinette terminó su nuevo diseño y lo levantó frente a ella para ver, el recién hecho, vestido de verano. Suspiró con satisfacción y se sintió orgullosa de sí misma. Se dio vuelta sobre la silla giratoria, emocionada de mostrar lo que sus manos apenas habían creado, a su mejor amigo y amante.
"¿Qué opinas, Adrien?"
Él no necesitaba voltear a verla. Él ya la estaba viendo.
"Una obra maestra."
Entonces miró el vestido.
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N/A: Esta es una traducción del One-shot [Masterpiece] que escribí para el primer Aniversario de la serie, siento que tiene la dinámica similar a un poema y quería compartirlo con ustedes en Español.
Gracias por leer <3
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El uno para el otro: One-shots
Fanfiction"Si tan sólo él supiera, que ella era a quien buscaba. Si tan sólo ella supiera que él era a quien buscaba." Una serie de one-shots sobre el Love Square de Miraculous Ladybug en Español, con fluff como categoría principal.
