ERES TODO LO QUE NECESITO

One Shot

Akane se encontraba en la oficina, organizando la montaña de papeles que el inspector Ginoza había dejado a su cargo, cuando de repente entró Kougami muy agitado, dejando desconcertados a la inspectora y al ejecutor Kagari, antes de que alguno tuviera oportunidad de preguntarle, una mujer pelirroja se paro en la puerta y habló.

—Vamos Kougami, sólo será un momento — dijo la mujer de forma coqueta.

—Ahora no puedo, estoy trabajando — dijo el ejecutor secamente.

—Bien, pero no te escaparás tan fácil — dijo antes de guiñarle un ojo y marcharse.

—Vaya Kou-chan — dijo Kagari con afán de molestarlo — Yo que tu aprovecharía, bellezas como esas no te persiguen todos los días.

Kougami ni se inmutó y siguió trabajando, mientras que Akane si se preocupó, si él hiciera caso de lo dicho por Kagari, ella lo perdería definitivamente. A la hora del almuerzo, Kougami salió primero dejando solos a Kagari y la inspectora, quien se decidió a preguntarle al ejecutor sobre aquella mujer.

—Este.. Kagari-kun.... — dijo un poco nerviosa.

—¿Qué pasa, Akane-chan? — preguntó curioso.

—Esto.. Sobre la chica de antes... — dijo mirando hacia el piso — ¿Quién es ella?

—Mmmm... — Meditó un momento su respuesta — Si mal no recuerdo, su nombre es Rina.

—¿Rina?....— se estaba preocupando — Entonces, ¿Cuál es su relación con Kougami-san?

—Bueno, ella lo ha estado persiguiendo, tal parece que está enamorada de él.. — dijo — Pero... ¿Para que quieres saber eso, Akane-chan? — dijo el ejecutor, encajando las piezas — Akane-chan, acaso tu estas....

—Lo siento Kagari-kun, debo irme — Se fue, dejando a Kagari con la palabra en la boca.

Akane se encaminó hacia la cafetería, mientras caminaba iba pensando lo dicho por Kagari, si es verdad que Rina estaba enamorada de Kougami-san, solo era cuestión de tiempo para que él se enamorará de ella también, sacudió la cabeza tratando de ser positiva, a lo mejor Rina no era su tipo de mujer, aunque no estaba segura de eso, él casi no hablaba sobre sus gustos por lo que le era difícil saber que pensaba realmente. Tan sumergida estaba en sus pensamientos que no sintió unos pasos que se dirigían hacia ella, cuando menos se lo espero, tenía unos brazos rodeándola, se sobresalto y trató de apartarse pero al voltear y ver que era Kougami se tranquilizó.

—¿Kougami-san..? — Se puso nerviosa por la cercanía de sus rostros.

—Shhhhhh... — Fue lo único que pronunció el ejecutor.

Siguieron caminando, Akane tenía el corazón a mil, y Kougami se veía muy relajado, casi como si disfrutara aquello. Su caminata se vio interrumpida, por alguien que se paró en medio, cruzando los brazos y visiblemente enojada. No era otra mas que Rina.

—¿Ella quien es? — dijo Rina, tratando de mantener la calma.

—Tsunemori Akane — Sonrió de lado — Mi novia.

—¿Queeeeeeé? —dijeron ambas al unísono. Eso tomo por sorpresa a la inspectora.

—Es broma, no? — dijo Rina, con una sonrisa burlona —Ella no es suficiente para ti, en cambio, yo si soy todo lo que necesitas.

—Te equivocas — dijo negando ligeramente con la cabeza — Akane es todo lo que quiero y necesito — Sin dar rodeos, besó a la inspectora, quién se estremeció al principio pero aun así correspondió el beso. Rina giró sobre sus talones y salio de allí, como alma que lleva el diablo. Cuando se separaron Kougami abrazó a la inspectora.

—Gracias, inspectora —dijo para luego susurrarle al oído — La próxima vez, preguntame directamente, yo te diré todo lo que quieras saber, te lo dije, no? Tu eres todo lo que necesito — Soltó a la inspectora y retomó el camino a la cafetería.

Akane se quedó inmóvil, al darse cuenta que Kougami había escuchado su conversación con Kagari, y que además también había dicho que él solo la necesitaba a ella, se sonrojo al pensar en ello. Luego Kougami la llamó.

—Oye inspectora, no ibas a la cafetería? — preguntó deteniendo su caminata, esperando su respuesta.

Akane salió de sus ensoñaciones — Si.... — dijo tímidamente y apresuró el paso.

Cuando alcanzó a Kougami, él tomó su mano y caminaron juntos hasta la cafetería. No les importó que los demás inspectores y ejecutores los estuvieran mirando.

                  

                                  FIN