—¡Por favor no!— gritaba ella en su desconsuelo
—¡Eres una maldita zorra!— le gritaba él mientras la golpeaba sin piedad una y otra vez —Las consecuencias por ser toda una zorra ¿Sabes quien las pagará?— preguntó Marcos sujetándola del cabello mientras ella rogaba porque parará los golpes
—Por favor sueltame, te juro..— no la dejó terminar por que la abofeteó
—¡¿Sabes quien pagará las consecuencias maldita Zorra?! — Gritó Marcos haciendo más fuerte su agarre en el cabello rubio de Sasha haciendo que esta soltara un quejido de dolor —¡Contesta!
—Yo.. Yo pagaré las consecuencias— exclamó con dificultad, él aflojo su agarre y soltó una risa cargada de ironía
—Te equivocas pequeña zorra—inquirió con burla
—¿Q-que?—exclamó horrorizada al entender sus palabras — No, por favor no, ella no, es una bebé ¡ELLA ES UNA BEBÉ!
—Me importa una mierda, con tal ni siquiera estoy seguro de que sea mía — dijo poniéndose de pie, dejando a Sasha tirada en el suelo y encaminándose a la habitación de la pequeña Sophia
Sasha envuelta en la desesperación, se puso de pie tan rápido como el dolor le permitió buscó a su alrededor algo con que poder defender a su pequeña Sophia, a su pequeña bebé, por que ella no permitiría que nadie, ¡Nadie! Dañara a su hija, a la luz de su vida, a su razón de ser, la única cosa que la motivaba a seguir adelante a pesar de toda esta mierda que tenía que enfrentar a diario por el psicópata de su esposo
Al fondo podía escuchar el llanto de su pequeña hija, como ya era de costumbre pues cada vez que Sophia quedaba dormida la pesadilla de Sasha comenzaba, llegaban los golpes uno tras otro sin parar
Sasha tomó entre sus manos un arma que estaba en el suelo, ella conocía esa arma a la perfección, era la que Marcos cargaba siempre con él, ya que al ser un policía debía cargar con una, con sus manos temblorosa Sasha alzó el arma y apunto hacia el frente
—¡Marcos!—Gritó tratando de llamar su atención, pero este la ignoró y siguió su camino hacia la habitación de la pequeña— ¡Marcos!—Gritó nuevamente, al ver que este la volvió a ignorar Sasha tomo un zapato y lo tiró a su agresor captando así, su atención
Marcos detuvo su marcha justo a dos metros de la puerta de la habitación de la pequeña, se giró furioso hacia su mujer, aunque para él era más un saco de boxeo que otra cosa, al ver lo que ella sostenía en sus manos, la miró con total sorpresa, en estos dos años que llevaba agrediendo a Sasha, esta nunca hizo algo similar
—¡¿Qué mierdas haces con eso?!—preguntó alterado y con el miedo recorriendo su cuerpo, pero el miedo que sentía en ese momento no es algo que estuviera dispuesto mostrarle a quien él clasifica como una zorra
—No des un paso más—advirtió Sasha con voz firme
—¿O qué?— la desafío Marcos, la estaba llevando a su limite y él lo sabía, pero estaba casi seguro que la susodicha no dispararía, ella no mataría ni una mosca
—No dudaré en disparar—Marcos al escuchar al decir eso estalló en carcajadas, de hecho es ese momento se sintió ridículo por tener miedo, él sabía que esa arma no estaba cargada o eso creía
—¡Atrevete!— la retó se giró para entrar al cuarto de Sophia pero antes de tocar el pomo de la puerta una bala le atravesó la espalda saliendo por su abdomen causando un dolor impresionante en la zona afectada, se tocó la herida sin poder creer lo que acababa de pasar
Giró su cuerpo en dirección a Sasha, esta estaba tan pálida por la impresión pero se mantuvo firme, intentó avanzar y en cuanto dio el primer paso Sasha no dudo en volver a disparar el arma mientras apretaba sus ojos con fuerza, apretaba el gatillo una y otra vez sin abrir sus ojos, hasta que el arma quedó sin balas
Abrió lentamente sus ojos y lo primero que vio fue el cuerpo inerte de quién era su esposo, pero lejos de ser su esposo, él era su agresor, quien la había hecho vivir un infierno por los últimos dos años, ella sabía que lo único bueno de todo ese infierno era su pequeña Sophia por quién ella daría la vida con tal de que su bebé estuviera bien
★★★★★
Ig:Paola_samira_farinas
—Samira ❤

ESTÁS LEYENDO
Sobreviviendo Al Enemigo
Fiction générale¿Qué harías tú, si tu vida y la de tú bebé dependiera de disparar un arma? Detrás de esa sonrisa y esos ojos verdes que la enamoraron desde el primer instante, descubrió que se encondia un monstruo. Dejarse engañar por la apariencia fue el peor er...