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Mi cabeza estaba que daba mil vueltas... Paul, el oficial, estaba preguntando muchas cosas acerca de lo sucedido. ¿A que venía todo esto?¡Joder!. ¿¡Acaso él no tenía nada más que hacer en estos momentos!?¡Porque yo si!.

-Estuvimos revisando las cámaras de seguridad de la plaza- Mire con intriga al oficial. -Pudimos ver dos de esos chicos acercase a usted y una niña que sostenías en brazos- Trague  seco. Los recuerdos de aquél incidente estaban gravados en mi memoria, trayendo muchos otros... Esa mirada azulada. Los molestos  sonidos de disparos. El cadáver...

-Señorita Roxe, ¿Está bien?- Hablo nuevamente Paul.

-Y-yo...- No podía formular palabra, recordar la imagen de aquel cadáver desangrado... Trague en seco, no podía pensar en aquello.

Estaba nerviosa. Cada vez que recordaba aquello reaccionaba igual. Todas esas imágenes de lo sucedido en la plazaMich.

-Cariño estas pálida...- Mi madre se acerca a mi acariciando mi pelo. -Ashley. ¿Que te sucede?.¡Por Dios!- Continuo. La mire, susurré "agua". Rápidamente se alejó de mi,se encaminó a la cocina, dejándome a solas con Paul.

-¿Que la pone tan nerviosa cuando hablamos de este tema?. Soy oficial Srta. Ashley. Sé que usted sabe algo que no quiere contar- Dijo Paul después de ver a mi madre salir. -Señorita... ¿Que le cuesta ayudarnos en todo esto?. Nos hace un favor si cooperará con alguna información, créame que no solo estamos trabajando con usted, hay más casos- Continuo diciendo.

Lo miré con los nervios a flor de piel, queria y debía denunciar a Erick y su compañero, sin importartarme lo que pasase. Él y su pandilla de criminales habían matado a un hombre inocente en aquella plaza, eso no podía quedar impune. Alguien debía hacer justicia. Mire al oficial el cual me miraba desde su asiento con una ceja alzada esperando a que dijera algo, estaba a punto de decirle quiénes eran los causantes de todo ese rollo... Pero justamente uno de ellos apareció por la puerta de mi casa como si de su casa se tratase.

Me congele en mi lugar al verlo ahí parado, sin ningún tipo de preocupación, como si nada grave hubiese pasado. Se le veía tan tranquilo y yo aquí cubriendo su puto trasero. Erick me miró con el rostro totalmente desencajado, su boca estaba entre abierta y sus ojos atentos a Paul y yo.

ERICK.

Me sentí algo incómodo, no la había visto desde hace unos días y ahora la tenía nuevamente aquí, frente a mí.

¡¡vaya forma de encontrarla!!

Mi rostro se descompuso al ver quién estaba a su lado, era un oficial, un oficial que conocía bien de bien y que me había ayudado un tantísimo en ciertas cosas...

Trague en seco, desvíe la mirada de él fijandola en Sthel, quien había salido del corredor que daba a la cocina, tenía una copa de agua entre sus manos.

-¿Que tal Erick?- Dijo al momento que pasó por mi lado dedicandome una sonrisa.

-Hola...- Saludé. Se alejó de mí para acercarse a Ashley quien, ahora que me fijo, se le veía bastante mal.

La vi tomarse el agua que le ofreció su madre.

-¿Estas mejor?- Cuestione su madre algo preocupada.

¿Que coños pasaba aquí?.

-Si...- Dijo poniéndose de pie con la mirada de Sthel, el oficial Paul y yo, clavada en ella. -Creo que... Mejor me iré a recostar a mi cama, no creo que pueda...- Me miro unos segundos. Suspiro. -Que pueda seguir con esto ahora- Continuo aún con la mirada fija en la mía. Desvíe la mirada de ella para centrarla en Paul quien me miraba de una extraña forma.

ERICK WILLIANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora