La tenía sentada frente a mí, con su hermosa cabellera recogida, ese brillo especial de sus ojos, su respingada nariz y esos carnosos y deseables labios. Me sentía nervioso; ansioso, queriendo expresar todas mis emociones, el día ha llegado en donde se abriría la gran puerta hacia la felicidad o hacia la destrucción...
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Diario de humo
PoesiaApuesto que la vida, es eso: amar, sentir, simplemente vivir con las risas y con las lágrimas.