capítulo 36

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Lloraba cada noche. Y en el día sonreía frente a él.

Sonreía porque dolía demasiado como para llorar.

-¿voy por helados quieres uno?

Si claro cariño.

Él sonrió. Me fascinaba verlo sonreír y no podía evitar pensar que haría cuan....

Alana: Hola.
Me alegra que estés muy feliz.

Mis lágrimas empezaron a caer. Deja de pensar que la felicidad está en la sonrisa.-dije mientras se me quebrantaba la voz.
Porque no te vas y nos dejas ser felices en estos últimos momentos.

Alana: de... de que hablas?



«Catriel»....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora