dime...

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Mis ojos se llenaron de lágrimas al verlo en ese lago. Sentado a la deriva, Con su mirada fija a lo lejos.

Estaba Feliz de haberlo encontrado. Pero me entristeció pensar en cómo se sentiría él en ese momento.
Baje del auto y me quedé un rato observándolo a  lo lejos. Al parecer él lo noto pero no parecía importarle. Regresé al auto por un suéter y me acerqué a él.

¿Tienes frío?

-lo siento.

Le puse el suéter en la espalda. Le pregunté.

¿Puedo sentarme?

-por supuesto que sí.-dijo con una sonrisa triste.

Sabes, yo te entiendo. Realmente no quiero que pienses que estás sólo,  porque yo estoy aquí.

-lo sé.-dijo susurrando.

Callé. Mis ojos se llenaron de lágrimas y está vez no pude pararlas salían y salían mis lágrimas.

Él me abrazó y sus ojos empezaron a cristalizarse.

Te.....
¿te puedo preguntar algo?.-le pregunté

-dime.

«Catriel»....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora