Mira lo que pasa! Nos lastimamos unos a otros sin medir, solo porque nos lastimaron antes, cadenas de odio que somos incapaces de romper, y que se extiende de generación en generación. Realmente somos tan cobardes como para no entregar solo un poco de nosotros y así poder romper esa cadena ¿por lo menos entre nosotros? ¿para nuestros hijos? ¿para nuestros nietos?. No estoy orgullosa de que ellos vean un mundo así, pero por lo menos que encuentre tranquilidad al ir a casa y decir, aquí puedo ser feliz, por que se que nada malo me va a suceder