Dreams Come True 《Bendy and the Ink Machine OS》

Dreams Come True.

Los sueños se hacen realidad.

Eso les prometió él, su creador, su padre, Joey Drew, aquel considerado un verdadero lunático debido a sus últimas creaciones y persistencia. No lograba entender a qué se refería el mundo, fue todo tan repentino, aún no lograba asumir lo ocurrido, ¿Por qué las oficinas estaban tan vacías? ¿Qué ha ocurrido?

Intentaba hablar, mas parecía imposible para el único ser vivo que permanecía en el lugar escucharlo, o siquiera ver las repetidas señas que realizaba para llamar su atención, los pósters estaban pegados en la pared, rotos y deteriorados, hacían buen juego con el estudio luego de que los empleados comenzaron a renunciar uno a uno.

Joey estaba desesperado, demasiado, sólo una encargada permanecía en pie, fiel a su lado, no tardó en retirarse cuando la cordura pareció abandonar por completo el cuerpo de su jefe.

Él ya había ido demasiado lejos.

Los sucesos ocurrieron demasiado pronto para asimilarlo, él, una caricatura de estudios Disney, Bendy the demon, el demonio bailarín, había logrado cobrar vida, aquel lobo, su fiel acompañante le seguiría muy pronto en su recorrido, su creador ya se encargaba de preparar un cuerpo para sus propósito, ellos volverían a la cima de la montaña, nuevamente serían la gloria de todos, los favoritos, quitarían a Mickey Mouse del lugar que les robó, esta vez serían imparables. Ya imaginaba el revuelo que causaría su aparición tan repentina:

"¡El demonio y el lobo vuelven al show! ¡No se lo pierdan!"

Dios, impresionaría a las nuevas generaciones, las otras caricaturas serían un total desperdicio, una pérdida de tiempo, todos, menos él, serían desechados, abandonados, olvidados por todos quienes alguna vez les amaron, ahora ellos eran el futuro.

¿En qué momento había conseguido una visión tan bizarra del mundo? Poco importaba, ahora sólo debía pensar en lo qué iba a ocurrir, volverían al show.

Como un pedazo de cartón se posicionó en la pared, evitando que su padre observe sus movimientos, cuando Boris sea construido en su totalidad le darían la sorpresa de la vida, aquello que tanto anhelaba su creador, inclusive había escrito un libro en relación a esos pensamientos tan infantiles: "La ilusión de vivir".

Ellos se asegurarían de que sus sueños se hagan realidad, sólo era cuestión de esperar.

Y el tiempo pasó, uno, dos, tres días, una, dos, tres semanas, diez, veinte, treinta años, y Boris no parecía tener mejora alguna, el lugar se había deteriorado por completo, mesas y escritorios rotos, los carteles mal posicionados sobre la pared, aquellos que recordaban su grandioso y esplendido pasado, su prometido futuro.

Joey Drew se rindió. Comprendió, finalmente, con las fuerzas que trataba, como era que esa maldita máquina de tinta había arruinado su vida y reputación, su más grande creación estaba inactiva. Aquel pequeño diablillo lo encontró sobre su escritorio, escribiendo una carta a un viejo amigo suyo, en la cual pedía que le dejase quedarse unos días en su casa.

Bendy se sintió dolido, ofendido, traicionado.

El creador nos ha mentido.

Soltó una grotesca risa, el hombre a su lado volteó de forma repentina, ¿qué había sucedido? ¿Quién era ese sujeto de cartón? Aquellas orejas y cola, sus colores y cuerpo, se trataba de Bendy, su más preciada creación, ahora su pesadilla, la cual le atormentó hasta en sus últimos momentos, de la peor forma posible.

La tinta cubría su cuerpo por completo, sólo una repulsiva sonrisa se dejaba ver, era digna de un psicópata. El diablo se ha vengado de no mantener su pacto intacto, y ha tomado el cuerpo de su súbdito más cercano, lleno de odio y rencor, aquel diablillo que adoraba la función era un monstruo.