Me fui a dormir, es increíble lo que una persona podía hacer en una noche, yo llevo 1 año viviendo aquí y a ella nunca la había visto, tal vez sea nueva, o tal vez era la primera vez que salía.
En fin, creo que debía de dejar de preguntarme cosas de una simple chica que había conocido una noche de insomnio.
De nuevo abro los ojos, miro el reloj y me doy cuenta que se me hace tarde para ir al trabajo, esta vez mi jefe lo más probable es que si me sacaría a golpes por llegar tarde otra vez dos días seguidos.
Me visto cómo puedo, bajo las escaleras y me voy corriendo, me faltan solo dos calles, y cuando por fin llego a la puerta veo a mi jefe caminando hacia a mí.-Esta es la segunda vez en la semana que llegas tarde Javier, por tu culpa tuve que mandar a Susana a hacer las entregas.
-Discúlpeme señor.-Le dije.- Le prometo que no vuelve a suceder.
-Eso espero, entra y limpia las mesas.
La verdad no entiendo por qué tanto alboroto, mi entrada es a las 8:00 am y apenas son las 8:10 am, y además ¿quién ordena pizza a esta hora de la mañana?; en fin, tenía que limpiar las mesas, limpiar el piso y lavar los baños por llegar tarde.
Mi jefe la verdad que estaba molesto conmigo; anteriormente ya he llegado tarde y no se ha molestado tanto como ahora, tal vez sea porque por mas de dos horas no le va a ver el trasero a Susana ya que ella es la cajera y en algunos casos la repartidora cuando yo llego tarde. No puedo creer que él se siente justo atrás de ella solo para verla, de verdad que está loco.
Pasaron más de dos horas y ella por fin llego, ya estaba cansado de estar mucho tiempo siendo cajero.
-Por un momento creí que no llegarías Su, ya estaba harto de cubrirte -Le dije
-Creí que la que estaba cubriendo a alguien era yo-Me dijo riéndose.- toma las llaves del auto y vete de aquí, y por favor el lunes no llegues tarde, sé que es sábado pero no tienes que divertirte tanto.
-Claro, hoy solo ire a casa y me recostare.
Sali de ahí y subi al auto, tenia muchas ganas de llegar a casa y descansar un poco, mis piernas estaban cansadas de estar mucho tiempo de pie.
Llegue a mi casa, abrí la puerta y solo entre a mi habitación, di un salto a la cama y me quede pensando en que haría para comer, se me había ocurrido la idea de pedir pizza solo para escuchar la voz de Susana enojada gritándome que me hubiera llevado una cuando estaba en el trabajo, pero en lugar de eso solo tome mi chaqueta y salí a sentarme en la escaleras. En ese momento vino a mi mente el recuerdo de la noche anterior cuando vi a esa chica, aun no podía explicármelo pero cuando se acerco a mi sentí algo extraño, tal vez era el humo del cigarro que hizo algo en mi.
Me quede sentado ahí mirando la puerta de aquella chica, tal vez solo para esperar si ella salia; en ese momento mi celular comenzó a sonar... era Susana.-¿Ya estas en casa?-Me preguntó
-Si, llegue hace varios minutos ¿Tú,ya saliste?- Le dijé
-Si-Me respondió- Quería preguntarte...¿ Harás algo esta noche?La verdad me sorprendí mucho de que ella me preguntara algo así, normalmente solo me llama para darme indicaciones de mi jefe para el siguiente día.
-Me quedare en casa, como la mayoría de las noches ¿Por que? -Le respondi
- ¿Quieres ir por un cafe?- Me preguntó.Escuchaba su risa, la verdad no se si era de vergüenza o simplemente se estaba riendo.
- Claro- Le dijé
- Perfecto, ¿puedes pasar por mi en 30 minutos?, si quieres usa el auto del trabajo, prometo no decirle al gruñón de Enrique.
- Esta bien- Le respondí- Nos vemos.
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Mentiras.
Teen FictionEstando a casi nada de ser feliz, las cosas no pueden ser peor para Javier, de un momento a otro todo se transforma en oscuridad y soledad.