Chocolate (MuraAo)

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    Y si hablamos de dulces cumpleaños, era de esperarse que Murasakibaradeseara chocolate, no sé, tal vez este tenga una segunda parte o incluso puedeque haga un fic largo solo de ellos, no se, me gusta mucho esta pareja y laverdad es que casi no hay de ellos, aunque si tienen fics y Dj  los amare eternamente, en fin, mil gracias por sus lecturas y comentarios, espero sea del agrado de Shari66  c:

Capitulo 3. Chocolate.

-Feliz cumpleaños!- fue lo siguiente que se escuchó en el gimnasio cuando de los vestidores salieron Kise y Momoi con un pastel decorado con frutas y algunos dulces; el entrenador les había dejado festejas el cumpleaños del más grande de sus miembros, así como lo habían hecho con los otros chicos

Comieron pastel, felicitaron al cumpleañero e ignoraron por completo cuando Akashi se había retirado alegando tener muchas cosas por hacer, y no le dieron tanta importancia cuando Midorima se fue 25 minutos después pues debía estudiar para un examen que Kise que tenía al mismo profesor en esa clase no recordaba.

-eh... Tetsu...no te importa si hoy regreso con Murasakibara?-pregunto fingiendo restarle importancia Aomine y Kuroko únicamente negó sin entender bien a que venía es tan de pronto, así que solo los miro irse juntos.

-oyeee, Mine-chin, aunque me ayudes a cargar las bolsas no te regalare ninguno de mis dulces, eh!- aclaro haciendo un puchero y el otro rodo los ojos

-a mi no me interesan tus dulces!

-mmmm oye y por qué tenemos que ir primero a tu casa?- cuestiono confundido y el que el otro le contestara con un simple "porque no hay nadie" realmente no le revelo nada.

Efectivamente, la casa del peli azul se encontraba sola ya que sus padres llegarían hasta muy noche y lejos de preocuparse el más alto simplemente se acomodó en el sillón para comenzar a comer sus dulces, aunque la fugaz idea de que nunca antes había estado en la casa de su compañero le pasó por la cabeza

-Bueno, Murasakibara es momento de que sea buen compañero y te de tu regalo de cumpleaños- dijo el moreno con una sonrisa pícara y el otro únicamente meneo la cabeza sin terminar de entender- tantan!- dijo animoso Aomine mientras de tras de su espalda sacaba un video que desde la portada mostraba su contenido para adultos, el más alto se sonrojo al instante

-yo pensé que hablabas de dulces- dijo infantil y el otro solo comenzó a reír mientras ponía el video diciendo algo sobre convertirse en hombre (aun siendo unos meses menor) y jalándolo para que se sentara junta a él frente al televisor.

Los "gritos" de la rubia mujer de grandes pechos no solo parecían fingidos sino que comenzaban a molestar los oídos de Atsushi quien se preguntaba como el otro en verdad parecía disfrutarlo

-oh! Vamos, en verdad no te excita ni tantito?- cuestiono el anfitrión al notar el desagrado del gigante

-Este regalo no me gusta, yo quería que Mine-chin me diera dulces como todos- se quejó infantilmente y el moreno se le acercó un poco sin nada de pudor tratando de tentar su miembro

-debes estar bromeando- dijo notando que en verdad no se había puesto duro

-eh! Deja eso!- sin embargo el otro lejos de hacerle caso siguió buscando

-oh! Bueno, tal vez sea mejor así, no me gustaría toparme con lo grande que seguro será- había dicho listo para rendirse

-Ahhh- pero el gemino que involuntariamente había soltado Atsushi le había sorprendido a él mismo al grado de creer que había sonado bien

-a caso tu...?

-ah! No!- nuevamente ese sonido había conseguido hacer reaccionar al moreno, tanto que los gritos de la pantalla ya habían pasado a otro plano, efectivamente, el miembro del cumpleañero comenzó a despertar mostrando el gran tamaño que lejos de causarle envidia a Aomine le comenzaba a resultar tentado- amm... yo... yo también puedo tocar el de Mine-chin? Pregunto Murasakibara y el otro después de tragar con dificultad debatiéndose entre aceptar o no lo excitante de la situación simplemente asintió.

Atsushi aunque parecía estar muy lejos de tener experiencia rápidamente desabrocho el pantalón de su compañero y metiendo la mano en su ropa interior comenzó a jugar con su miembro, el moreno también gimió entre nervioso y encantado, tanto que buscando más contacto simplemente acerco al Mayor tomándolo de su playera para después besarlo

-Quiero saber si todo Mine-chin sabe a chocolate- dijo de forma tan sensual en su oído que en ningún momento Aomine se molestó, sin embargo si casi salto cuando sintió como toda la boca de Murasakibara le tragaba su parte inferior. Lo hacía tan bien que Aomine juraba que era por toda la práctica que había conseguido a vivir comiendo dulces y paletas, así que hizo una nota mental de nunca más impedirle comer dulces y la próxima vez que Midorima le dijera que no podía comer en las practicas se encargaría de que el que se callara fuera Shintaro.

Una vez que el Peli azul termino en la boca del más grande como para evitar que se quejara por el sabor amargo que seguramente estaba odiando Daiki lo besó de forma apasionada mientras con su mano le masturbaba, el por lo menos si tenía practica con las manos así que Atsushi en ningún momento se sintió defraudado.

Tal vez hubieran avanzado más o al menos descansado un rato si no hubiera sido porque escucharon a los padres del As de Teiko llegar a la casa, que suerte que fueran tan rápidos y los encontraran con los pantalones puestos, debían ser honestos, que les llamaran la atención por la película porno que había estado de fondo siempre sería preferible a si los hubieran encontrado mientras teniendo sexo oral.

-bueno, lo siento por eso... -dijo Aomine fingiendo no estar apenado refiriéndose al sermón sobre sexualidad responsable que tuvo que escuchar Murasakibara sobre sus padres cuando después de cenar en la puerta el moreno lo encamino a su casa-...y bueno, al final terminaste pasando todo el día en mi casa

-esta bien... me gusto estar con Mine-chin- dijo sincero y el otro se sonrojo- vale, noes vemos mañana-finalizo dispuesto a comenzar a caminar

-oye, tal vez... ya sabes, podrías venir otro día-dijo fingiendo no estar interesado y por su parte Atsushi únicamente sonrió, de forma cansada por costumbre, pero con un brillo distinto en los ojos.

Como era de esperarse, en laescuela ninguno dijo nada al respecto pero debido a que de pronto pasaban losdescansos juntos, a que Aomine no se molestaba cuando Atsushi tomaba su comidae incluso a que Murasakibara le diera de sus dulces, los milagros realmenteno se sorprendieron del todo cuando un día los vieron besándose... a final decuentas todos sabían cuánto le gustaba a Murasakibara el chocolate-

Feliz Cumpleaños!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora