La clase de biología no termina más y yo ya me quiero ir a mi casa, por suerte la tarea era fácil y la pude hacer rápido, por eso ahora me encuentro usando mi celular a escondidas del profesor. Menos mal que me siento en el último banco porque si no ya estaría muerta y probablemente con un llamado de atención. ¡Demasiada exigencia!
En esté colegio soy la única rescatada diría yo, jamás me considere una persona antisocial y mucho menos amargada. Pero es simple, en esté colegio no encajo y eso que estudio acá desde primer año. Mis padres no me quisieron cambiar nunca porque es uno de los mejores colegios de California, un colegio rodeado de mediocres incluyendo a los profesores y eso, ellos no lo quieren ver.
Desdé que tengo memoria siempre me considere una persona demasiado realista. Los demás piensan que porque una cosa se me meta en la cabeza y nadie pueda cambiarme la opinión no es ser realista, yo pienso que si. A veces pienso en que mis padres son muy exigentes pero después me doy cuenta de que solo me exigen por el celular, nunca están en casa, bueno, ni siquiera están en la ciudad porque viven viajando a Europa.
El timbre por fin sonó y la maldita clase termino, guarde mis cosas en la mochila y me puse mi campera de abrigo, a veces pienso en esas personas que no tienen un hogar, con estás heladas que se dan, debe ser terrible. Por eso siempre agradezco por todo lo que la vida nos dios, tal vez no seremos las mejores personas del mundo pero yo creó que uno tiene lo que tiene gracias al sacrificio.
Voy saliendo de la clase cuando escucho que el profesor me llama, el trabajo ya se lo entregue por eso me pareció raro que me allá llamado.
_¿Becca cuántas veces te dije lo del celular? __ me pregunta Harry y una torpe sonrisa sale de mi rostro.
_Prometo que no volverá a pasar Harry, por cierto hice un excelente trabajo, voy a estar esperando al 10 __ le contesto mientras salgo del curso.
Con Harry tenemos mucha confianza, muchas veces he venido a comer mi almuerzo a su clase, siento que es uno de los únicos profesores que se da cuenta de toda la mentira que hay en esté colegio. Harry dice que soy una persona muy sincera y que a veces logró sorprenderlo.
Camine hacia la salida y pude ver a lo lejos el auto de mi madre estacionado, mayormente mamá me espera bastante lejos del colegio porque la directora de esté colegio es su madre, cuando mamá era chica mi abuela no acepto que se allá casado con papá porque decía que con el no iba a tener futuro. Lo único que yo le podría decir a está señora es que se equivoco y que la próxima vez no juzgue a alguien sin conocer. Claramente mi abuela no sabe que yo soy su nieta, aunque a veces la he visto que se queda mirándome por segundos y cuando yo me doy cuenta ella corre la mirada. A veces me dan ganas de ir corriendo y abrazarla aunque se que eso mi madre me lo tiene prohibido.
_Hola ma, pensé que no me vendrías a buscar hoy __ la digo mientras me subo al mini copper.
_Nos surgió un viaje inesperado con papá, por eso te vine a buscar, para que lleguemos cuanto antes a casa __ me dice arrancado el auto.
_¿Para bien o para mal? __ le pregunto preocupada, se que para mis padres tener una empresa no es nada fácil.
_Para bien hijita, no te preocupes.
Llegamos a casa así que subí directo a mi habitación a ponerme ropa cómoda, si fuera por mi tiraría el uniforme por la ventana, no lo hago porque estoy segura de que mi madre me tiraría a mi por la ventana. Abrí el armario y busqué mi pijama, bueno en si tengo muchos pijamas porque los creó yo con lo primero que se me cruce.
Agarre un suéter blanco que me llega hasta los muslos, un pantalón corto y mis pantuflas de perrito. Baje abajo ya cómodamente porque algo me dice que mis padres quieren hablar conmigo. Camino hacia la cocina y veo a mamá preparando dos cafés, en seguida se me vino a la mente tomar uno yo también.
_Me haces uno ma __ le digo mientras saco una galletas del mueble.
_Ahora te lo llevó, anda a la sala con tu padre que te tiene que presentar a una persona __ me dice poniendo las tazas en una bandeja.
Salí de la cocina y camine hacia la sala, siempre me gusto caminar por toda la casa desde chiquita arrastrando los pies y eso es lo que estoy haciendo en esté momento.
Abro la puerta bruscamente pero fue sin querer porque casi me caigo, una vez de chica me quebré el tobillo y ahora si piso mal puedo llegar a caerme, es bastante serio el tema de los huesos. Miro a papá que está sentada con otra persona en el largo sillón de cuero blanco, camino hacia ellos y veo que el hombre no es un hombre si no que es un joven repleto de tatuajes y muy sexy. Sus ojos son grises y tiene un gran cuerpo de deportista, su pelo es castaño y es demasiado serio.
_Holaa __ los saludo y me siento en el sillón.
_Buenas tardes hija __ me dice mi padre mientras mira un partido de fútbol.
_Hola __ dice él de una manera muy seca, su voz es tan gruesa que la podría escuchar todo el día.
Mamá entro a la sala con una bandeja llena de café y con mis queridas galletas, muero de hambre literalmente. Agarre mi café rápidamente y saqué mis galletas de la bandeja, son oreos, cualquiera se desesperaría por unas de esas y más cuando no comiste en toda la tarde.
_¿Octavio ya le conteste? __ le pregunta a mi padre y yo no entiendo que pasa.
_Emm no __ contesta mi padre algo nervioso, al joven no lo puedo llegar a ver porque mi padre me tapa.
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Tres Meses
Teen FictionAmbos convivieron 3 meses juntos, el es su niñero con apariencias extrañas y ella es bastante optimista del mundo. Los dos van a tener que aprender a controlar sus mentes, sus cuerpos y sobre todo no dejarse caer en la tentación. ¿Podrán?