V: Llegué

71 6 0
                                    

Pokemon y sus personajes no me pertenecen, esta historia no tiene otro fin mas allá de el de entretener.

VIVO EN EL MAR

CAPÍTULO V: Llegué

Muchas veces la vida es un sueño duro de afrontar, Korrina lo sabía, pues veía una flecha acercarse, lo curioso era que la flecha venía en cámara lenta, la rubia estaba en el bosque, pero podía sentir el movimiento del aire, el mundo iba lento, para ella, su cuerpo en general le dolía un poco, no le costo mucho dejar pasar la flecha. Korrina se relajó, y el tiempo volvía a su normalidad, los pidgey volaban alejándose de unos sonidos como choque de acero y electricidad, la rubia solo sonrió, y se dio la vuelta para empezar a correr, lo cual ocurrió como ella pensaba, su cuerpo estaba a una velocidad sorprendente dejando una estela de polvo a su paso

-"voy a salvarte Clemont"- pensó la chica.

A la orilla del lago.

En la orilla del lago un remolino de fuego iba contra una pelimiel que despertó de golpe, y soltó un grito, no sabía si ver a Arceus fue verdad o solo un juego de su mente antes de perecer.

El grito de la chica fue más fuerte, y el aire que salió disipó el fuego, mientras seguía su curso contra los hermanos de la destrucción, que usando sus espadas detuvieron el choque del viento.

-maldita sea- dijo el azul- es como ver al desgraciado de Dinamo otra vez..-

-a pirarse hermano- comentó el rojo

Balancearon sus grandes hojas de espadas a tal velocidad que se formó un espiral de agujero negro que los absorbió, la peli miel sonrió, su sueño o aparición fue verdad, se lanzó a ponerse en pie y temerosa se concentró, pero no podía volar.

-Serena!- se escuchó la voz de Ash entre el bosque

En los oídos de la pelimiel resonó ese grito ahogado de Ash, sonaba como si el chico estuviera haciendo un esfuerzo sobrehumano para mantenerse en pie, parecía una respiración entrecortada, ella depositó a los pokemon en el suelo delicadamente, el anaranjado Buizel la miro como suplica para levantarle su aleta, Serena notó la preocupación en los ojos del pequeño buizel, ella lo comprendió y le regaló una sonrisa.

-tranquilo- le dijo- lo traeré de vuelta

El pokemon sonrió y se dejo caer del cansancio, Serena tomo entre sus manos el listón azul que le regaló Ash, empezó a concentrarse, gracias a que usaba unos jeans no se preocupó mucho, y se lanzó al vuelo, había visto a Ash hacerlo, y ella iba moderadamente veloz, no dejaría que algo malo le pase al Ketchum.

Con Korrina.

Varios destellos hacían eco en el bosque, un rubio de camisa rota y un ente con piel ceniza en una armadura samurái luchaban, el primero tenía su brazo funcional recubierto de electricidad amarilla como un guante, mientras en la punta de los nudillos se formaban unas garras largas, las cuales chocaban contra la espada del samurái. El rubio estaba a la defensiva, esquivando las estocadas y deteniendo las que le eran imposibles con su guante, en un movimiento desesperado Clemont intentó golpearlo, pero el samurái se hizo a lado mientras el puño pasaba con las garras rozando el casco dejando 3 marcas. El samurái Cigarriete aprovechó la fuera del golpe fallido para usando su pies barrerse derribando al rubio y colocando la punta de la katana en el cuelo dejando salir una gotita de sangre, aquella electricidad del rubio pasó a desvanecerse, y le recorría el cansancio, mientras dejaba una sonrisa con una lágrima en sus ojos que parecía mas de felicidad.

-Ummm…..¿por que la sonrisa humano?¿morir es divertido?- preguntó con esa voz carrasposa Cigarriete.

-no- sonrió el rubio- salvé a la mujer que quiero….el resto….me da igual…-respondió el rubio

Vivo En El MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora