la gran decision

capitulo 7

Despierto, miro la hora en mi celular
-6:30!! Dios es tarde!!
Me levanto de un salto y me dirijo a mi armario, y entre los montones de ropa obtengo mi uniforme café, sin perder ningún solo minuto me lo pongo de inmediato, me miro al espejo y me arreglo el cabello rebelde que suelo tener por las mañanas.
Recorro el pasillo y bajo lo mas deprisa que puedo las escaleras.
Mi madre se encontraba preparando el desayunó,
Me siento en la mesa y calculando en cuantos minutos debería de comer mi desayuno para llegar justo a tiempo a la escuela.
Mi madre me sirve un delicioso tazón de sopa caliente y un te de manzanilla.
Quisiera tanto disfrutar el sabor y el aroma de este desayuno, pero no puedo darme ese lujo dado el poco tiempo que tengo.
Terminó y caminó hacia con mi madre para despedirme dándole un beso en la mejilla.
Tomo mi mochila y  salgo lo mas rápido para empezar a correr entre las calles que se encuentran desiertas a estas horas de la mañana.
Estoy a tan solo unos metros del reformatorio cuando observo que la puerta estaba cerrada.
-maldición!!
Era de suponerse este lugar tiene unas reglas demasiado estrictas que incluso cuentan los segundos justos para cerrar la puerta y dejar estudiantes a fuera.
No era la única que había llegado tarde, otros estudiantes de diferentes grados estaban en la misma situación, solo reconozco a unos cuantos ya que forman parte del grupo de Daniela.
7:15 las puertas se abren y nos permiten entrar al lugar, un hombre de aspecto elegante se acerca hacia nosotros.
-todos ustedes harán dos filas y cada uno pondrá su nombre en la hoja de retardos que esta en la dirección- nos dice en un tono alto que puedo pensar que se escucho hasta el otro extremo del reformatorio.
Era la primera vez que llegaba tarde a este lugar, no sabia que podía pasar estando aquí haciendo fila para poner mis datos en una hoja cuyo fin desconozco aun.
Llego a unas mesas que están separadas una de otra, en cada una se encuentra una hoja y una pluma preparadas para seguir usándose, la tomo y comienzo a escribir mis datos sobre ella.
-rompiendo las reglas ya aurora.
Me giro al otro lado de la mesa, se encontraba Cristián, el chico por el que todas las chicas mueren por el y mas liliana, su cabello negro oscuro y sus ojos verdes aceituna, era lo que lo hacia tan atractivo.
-no es mi primera vez que me pasa- le digo mientras termino de llenar la hoja.
-no lo creo, debes de haber roto las reglas mas de una vez.
-pero tu eres un chico que adora romperlas mas veces.
Ambos terminamos, y caminamos en dirección al área de los edificios.
-tengo que irme antes de llegar mas tarde a clase.
Cristian me mira y lanzándome una sonrisa de la cual surgen palabras
-okey chica problemas vete antes de que llegas muy tarde a tu clase.-me dice entre risas.
Me despido y corro entre los gigantescos escalones de acero, hasta llegar a mi salón. Estaba nerviosa nunca me había pasado esto, ahora comprendo como se sienten todos los chicos cuando llegan tarde.
Toco la puerta, la cual se abre y noto a mi maestro de historia, con su postura regia, de la cual se escondía un hombre que le encantaba que te la pasaras muy bien en tus clases, sin necesidad de volverlas tan aburridas.
-buenos días maestro, puedo pasar.
-adelante, solo quedan dos lugares- me dice señalando los espacios.
Los observó uno estaba justo a lado de Alicia y su grupo, y el otro era casi imposible de imaginar era a lado de leo quien se encontraba concentrado en sus apuntes.
Se que si me siento a un lado de Alicia seré tortura de nuevo con sus palabras y juegos tontos juntos con sus aliadas.
si estoy con leo tengo la probabilidad de iniciar una conversación con el o simplemente durante este tiempo solo existirá el silencio entre nosotros.
Tengo unos segundos por decidir entre Alicia o leo.
Me gire y camine hacia con leo, sentía como los nervios me cubrían mas con cada paso que daba y el corazón latía cada vez con mas fuerza.
Recorrí la silla, deje caer mi mochila y me senté, en ese momento observe la reacción de leo hacia mi.
-aurora!
-leo!
Ambos nos giramos, nos encontramos frente a frente, ahora no se que puede pasar, tal vez incomode a leo con mi presencia aquí y me pedirá que me vaya.
-hace tiempo que no te sentabas tan cerca de mi- me dice con un tono sarcástico que es muy común de el.
-se que ha pasado un tiempo desde que no nos sentamos juntos, pero tengo mis razones.
-okey señorita klert, quisiera saber cual fue la razón que la trajo hasta mi lugar.
Suelto una pequeña risa, me encanta cuando se pone tan gracioso.
-joven gilbert he venido aquí solo por una razón y se llama Alicia la reina del reformatorio.
Leo suelta una enorme risa algo que jamas había visto yo tan de cerca.
Pasa el tiempo, cada minuto y cada segundo que pasa lo disfrutaba.
Era común que durante estas dos horas de clase nos podíamos mirar a los ojos y darnos como respuesta una sonrisa.

El timbre sonó y me levanto del lugar. Leo me toma de la mano.
-aurora a donde vas?
-creí que te incomodaba mi presencia- le respondo
Se levanta y se acerca a mi.
-crees que si de verdad me hubiera molestado tu presencia no nos hubiéramos reído y hablado de una forma muy formal que nos sacaba sonrisas.
Lo miraba a los ojos y notaba que era verdad lo que me estaba diciendo.
-así que quiero que te quedes aquí conmigo por el resto del día, tu presencia mi hizo sentir muy bien señorita klert.
Suelto una pequeña risa.
-okey leo me quedare.
Vuelvo a sentarme, no tengo idea que ocurrirá después, pero algo me dice que me la pasare sensacional aquí sentada a lado de leo por este día.