Esta mañana no fue distinta a las demás, Eren se levanto temprano haciendo escándalo como siempre haciendo que yo perdiera mi preciado sueño y yendo a la cocina a hacer el desayuno de ambos, baje y comí y lo despedí diciendo que tal ves en la tarde lo vaya a visitar y luego de un reclamo de su parte diciendo que el hospital no era un parque de juegos para ir y venir a diestra y siniestra pero dándome al fin el consentimiento que esperaba.
Yo para ese día tenia un plan: Saber quien era realmente ese tal Rivaille Ackerman y sus verdaderas intenciones con mi hermano o si quiera verle la cara de molestia como la ultima vez.
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llegue al hospital haciendo lo mismo que la primera vez que vine, salude a la enfermera pero esta vez ella no sabia el paradero de mi hermano mayor
>>tendré que buscarlo por mi cuenta<< pensé mientras que oraba a todo lo santo el que esta vez no me predice como lo había hecho últimamente.
la aparentemente joven muchacha me dio un pequeño papelito doblado entre si y me dijo :
-Cuando quieras estoy a tu orden- sus palabras tenían nada mas que coquetería y un tanto de recelo. me pregunto si no sera raro el que a ella le interese el hermano gemelo de su compañero de trabajo.
Caminado de un lado al otro entre pasillo y pasillo no encuentro a nada ni a nadie, sin exagerar no había ni una condenada alma. Subí al segundo piso solo con la diferencia que si había gente pero no estaba la persona que yo esperaba encontrar y de igual manera subí al tercero con el mismo resultado, no estaba Eren pero si estaba la cafetería y una muy apetecible torta de chocolate.
Me comí la torta gustoso y le guarde la mitad a mi hermano, salí tranquilamente del pequeño local para resignarme a volver a casa- el resto de pisos mas arriba eran los quirófanos y otras cosas que desconozco- emprendí un recorrido hacia el ascensor olvidándome por completo donde estaba, y camine don rumbo aparente durante un largo rato hasta que bien a una persona, no era la que esperaba ver justo en ese momento pero por lo menos parte de mi plan ya estaba hecho. Era el señor Ackerman, lo seguí desde lejos tratando de que el no se diera cuenta de mi presencia hasta que lo perdí de vista. Un tanto asustado lo empecé a buscar con la vista sin moverme de mi lugar, el realmente sorprendió cuando coloco uno de sus fríos dedos en mi cuello, casi pego un grito no muy masculino sino fuera que el ya lo hubiese visto venir u me tapó la boca con la suficiente fuerza para que trastabillara y me pegase mi espalda a su pecho ....
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:3 bueno, esta es lamitaddelcapitulojejecomolesprometí
