Capítulo 2. La traición y el renacer.

346 20 0
                                    

-Estamos convocándolos por un caso muy preocupante. Notarán que Torat no está con nosotros hoy. Pues tal y como suponíamos, Torat nos ha abandonado -Empezó a hablar Aqua cuando todos los convocados llegaron-.

La sorpresa de todos no se hizo esperar. Los demonios se habían fortalecido últimamente y era difícil controlarlos. Hicieron una "invitación" abierta a que todo el que quisiera vivir, y ganar se uniera a ellos y Torat, que de por si es de voluntad débil y cobarde, nos había abandonado. El problema era que a pesar de su personalidad, era fuerte y poderoso, y en estos momentos tampoco podíamos darnos el lujo de perder aliados.

-Dioses, no se desanimen ante esto, no piensen que estamos perdiendo. Recuerden que si siguen añadiendose mas a sus filas entonces no podremos controlarlos. Pero si persistimos y luchamos podemos ganarles. Aun tenemos a Shiah de nuestro lado

-Así es -intervine-. Coincido con Aqua. Mantenganse unidos y acabaremos con ellos. ¡No olviden que somos fuertes! ¡Somos dioses!

-SIIII -respondieron al unísono-.

-Somos fuerza y poder y en nuestras manos está que el mundo marche correctamente.

-SIIIIII -volvieron a responder animados-.

-Gracias por su apoyo -Tome asiento y respiré hondo. Si supieran que Apolion (Termino griego que significa destructor) estaba vivo sus esperanzas terminarían y ya sería imposible levantarlos de las penumbras-.

Luego de una hora de debate terminó la reunión y como era temprano di una vuelta por el mundo de los dioses, hacia mucho mucho que no rondaba mi mundo. Además quería consultar a un viejo amigo.

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-

Toqué la puerta por tercera vez esperando respuesta. Por fin a la tercera la vencida. El señor de los espejos, como se le llamaba al dueño -nadie sabía su verdadero nombre- me abrió la puerta.

-Hola, eh... ¿Flame está aquí?-

-Shiah deja las formalidades ¿que ya te olvidaste de mi?-

-¡Claro que no abue! Temí que usted lo hubiera hecho.- Abracé a quien hace mucho, mucho tiempo había cuidado tan bien de mi y se había ganado el título de abuelo.

-¡Flame! Shiah vino a verte.-

Unos segundos después apareció Flame, un espíritu de fuego que conocí poco antes de iniciar la guerra. Tenía mucha sabiduría pues siempre estaba leyendo e investigando.

-¡Flame! Cuanto tiempo.-

-Shiah ¿Qué haces afuera? Que grosero es este viejo, entra.-

-Nah, solo está mal de la memoria.-

-¿Y que haces aquí? Nos has abandonado, hace un tiempo que no nos visitas.-

-Bueno, ya sabes, ser humana y diosa te quita tiempo. Pero hoy he venido porque necesito un favor tuyo.-

-El que quieras.-

-Quiero que vengas conmigo al mundo humano.-

-¿Tan grave es el problema?-

-¿Cómo sabes que tengo un problema?.-

-No es muy dificil adivinar... -

Un minuto de silencio nos rodeó como una fría ráfaga de viento.

-Lo haré por la persona que hizo de mi lo que soy ahora y a quien le debo la vida. Pero ¿que debo llevar?-

-Estas conmigo, ¿para que llevar algo?-

La vida de una DIOSA ocultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora