Capítulo 1. El sobre.

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Todos dicen que soy una antisocial, solitaria que vive apartada del mundo. Pero eso no es cierto, no estoy sola, es que mis amigos no pueden ser vistos por que no son normales. 

Con todos, me refiero a mi "familia" y mis compañeros de estudio. Suelen mirarme com un fenómeno o como si estuviera loca porque hablo "sola". Pero ellos no saben nada y yo no les contaré. Yo soy una diosa, y tengo al mundo en mis manos. Yo puedo hacer, deshacer y rehacer. Pero dejo que todo siga su camino tal y com está porque yo ya tengo más de lo que necesito.

-*-*-*-*-*-*-*-*-

—Vivian apresura o te irás tomando el autobús.

—¡Espera! Ya voy.

Me veo en el espejo y sonrío a Magdalena. Una de las únicas personas —bueno, técnicamente espíritus— con las que suelo hablar.

—Son unos desesperados. —comenté—.

—No los culpo, ellos van más lejos que tú. Pero es como si simplemente no pudieras aparecer allá con solo desearlo.

—Si lo supieran no me llevarían al instituto todos los días y se ahorraran gasolina. Pero hay que ser normal. Llegar tarde es uno de los infortunios de una persona "normal"

Corrí hacia la puerta apresurada para cerrar la casa y entrar al auto de mi hermano y me despedí de Magdalena con un gesto. Miro por la ventanilla a los demás autos que pasan mientras voy sumida en mis pensamientos cuando Brad me interrumpe. 

—Fenómeno llegaste baja de esa nube.

—Ya cállate Brad. —Me despedí de mis padres y salí a este mundo lleno de adolescentes alborotados que llamamos instituto—.

Me dirijo a mi casillero mirando mi reloj, ya casi era hora de la primera clase. Del lado de la puerta del casillero se encuentra un espejo. Ahí está Kyra, otro de los espíritus que me acompañan en la tierra  esperándome.

 —Informa por favor. —Digo mientras saco mis cosas—.

—Clase de Química, no hay noticias, el menú de la cafetería es hamburguesas, en el cambio de hora de las 11:15 dos chicas se pelearán en la entrada de la escuela. Ah y anoche no hubo ninguna actividad paranormal.

—Paranormal —reí—. Como la película. Gracias Kyra. —Entré la mano en el espejo y acaricio el sedoso cabello plateado de Kyra en señal de aprobación—. ¿Me acompañas a clases?

—Sí, estoy aburrida.

—Bien. Así me ayudas con Química. Te llevaré a casa hoy para que descanses de tanto trabajar.

—Es solitario este sitio de noche.

—Imagínate, si no lo mantenemos vigilados puede haber otro ataque de parte de los demonios.

Mientras camino por los pasillos en dirección a mi clase suena el primer timbre del día indicando el inicio de la primera hora. El maestro decidió hacer trabajos en parejas al azar y para el trabajo de hoy. Desafortunadamente me tocó con Nathaniel, el niño responsable de la clase. ¡Qué pena! Mejor me hubiera  tocado con Jenny que siempre está en su mundo y no se da cuenta cuando uso mi poder para arreglar nuestros trabajos.

—Tu nombre, es Vivian ¿Cierto?

—Sí.

—La de «los amigos imaginarios».

—Son reales, pero tus humanas limitaciones no los pueden ver.

—Si claro. ¿No has pensado tener amigos de verdad alguna vez?

—Creo que no tiene sentido continuar con esta conversación que no va a llegar a ningún punto.

—Oye, un amigo que sinceramente no sé ni como te conoce, pero bueno, el caso es que me dijo que cuando te viera te diera esto. —Me mostró un sobre blanco con un sello. Lo observé con detenimiento como intentando hacerme recapacitar ante lo que estaba viendo. Yo conocía ese sello y no podía equivocarme—.

La vida de una DIOSA ocultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora