Después de mi borrachera me encontré tumbado en una cama.
Al lado mía estaba Taiwán mirándome algo nerviosa.
-¿Te has vuelto loco?
-¿El que....?
-Estas... Estas mal....
Su cara la delataba, estaba furiosa.
Intenté recordar pero sólo pude conseguir más dolor de cabeza.
-Duele...
-Te lo mereces hermano, no me lo esperaba de ti.
Al salir, Hong Kong y Corea del Sur entraron:
-¡Eres la ostia daze!
-Me sorprende tu nivel de locura hermano
¡Claro! Me fui con Corea del Sur y Hong Kong al karaoke y luego tuvimos bastantes movidas.
Los tres anduvimos borrachos toda la anterior tarde y la policía casi nos quería llevar a la cárcel, espero que madre no es entere de eso...
-Macao aru
Vi a China entrar a mi habitación, estaba preocupado, no parecía enfadado.
-¿Te sientes mejor? ¿Quieres algo de té?
-No madre, muchas gracias
-Espero que no vuelvas a hacer ese tipo de cosas Macao, eres mi única esperanza.
Dicho eso me beso en la frente y se fue.
Hong Kong y Sur empezaron a bromear sobre mi suerte y esas cosas.
Sólo sé que jamás volveré a escuchar a Sur o tomar drogas por parte del padre de Hong Kong.
O mejor, no juntarse mucho con esos locos, aunque su influencia me lleve como la corriente.
YOU ARE READING
El incomprendido de Macao
RandomUn blog hablando de todos los días con mi (infernal) familia Mi poca dedicación en el arte, mi marginación en fanarts, y mi invisibilidad nivel más que Canadá.
