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me desperté, estaba en un cuarto blanco con artefactos en una charola de metal, traía puesto una bata blanca un poquito corta y a un lado un pequeño mueble con una lampara, al otro el cuerpo de la chica que al empezar la noche la mate y su cabeza estaba en una bandeja en mis pies, me incorpore y extrañamente me sentí mareada, pise el piso y sentí frió en mis pies y empece a entrar en pánico, se supone que un vampiro no puede sentir  el frió, ni mareos a menos que este preñada pero eso era imposible ya que yo nunca lo había hecho con nadie, mi cabeza empezó a doler y caí al piso de rodillas, en ese momento entro William y se dirigió hacia mi y me ayudo a levantarme .

-William siento mareos y el piso frió.  Que me esta pasando?, tu me dijiste que eso solo podía ser si yo estaba embarazada, pero eso es imposible por que cuando me encontraste en la selva apunto de morir yo no tenia nada en mi vientre, no se porque esta pasando esto.

-cálmate no es eso, alguien inyecto a esa niña.- señalo al cadáver de la chica que me comí.-con una sustancia que aun es desconocida para nosotros, pero es parecida a la luz solar, cosa que ahora ya no nos afecta pero  en el pasado los vampiros no podían salir a los rallos del sol por que su piel se incineraba, nuestros científicos descubrieron la solución pero esa solucion no sirve para nuestros órganos.- dijo pensativo 

respiro profundamente y veo a william fijamente,y con sus ojos me mira pensativo.

-estoy bien relájate, pero me preocupa por que yo no fui la única que la mordió cuando yo baje al sótano ella ya estaba bastante mordida por todos lados, simplemente acabe con su sufrimiento.- una sonrisa macabra sale de mi y william me mira orgulloso. 

se acerca y deposita un beso en mi frente, yo lo miro y ya no aguanto lo jalo del saco a una altura que pueda alcanzar sus labios y lo beso, él de inmediato me corresponde y empieza un juego de lenguas y pequeñas mordidas, nuestras leguas se enredan perfectamente como si fueron creadas para estar juntas, me toma con sus manos y me levanta, enredo mis piernas a su abdomen y y me sujeta fuerte, paso mis brazos por su cuello y lo beso mas fuerte, siento que se queja y es cuando me doy cuenta que mordí un poco mas sus labios ya que sale una pequeña hilera de sangre que recorre lentamente su labio inferior no me contengo y lamo sus labios saboreando un exquisito sabor era lo mejor que havia probado jamas, sentí como si el mundo se detuviera y mis ojos cambiaron de color rápidamente pero esta vez de una manera extraña uno se vuelve violeta y el otro azul, william me mira asombrado y preocupado.

-¿sucede algo?

-tus ojos cambiaron de color pero no violeta azulado, uno es azul y el otro violeta.

-¿en serio?,  ¿crees que sea por la sustancia?

- no porque conozco los efectos secundarios ya que lo he visto en mi viaje, solo te hace mas débil y vulnerable.

-entonces crees que es por tu sangre?

william pone su boca en una linea recta y me mira serio, yo no se que hacer.

-yo lo siento, solo fue una sugerencia por que no se mucho sobres esto.- dije mirando hacia abajo y me solté de su agarre depositando mis pies en el suelo frió.- yo...lo siento.

- no te preocupes pero creo que si fue por mi sangre ya que yo te convertí y  lo que pasa es que después de convertir a alguien jamas deje que volviera a probar mi sangre, lo cual me asombro que tu lo hicieras y sin dudarlo.- me dijo con una sonrisa y puso su dedo en mi barbilla haciéndome levantar la cara.- y que tal sabe?

-la verdad esta deliciosa, es lo mejor que he probado.- digo mientras siento como mi cara se pone un poco caliente y roja, y es extraño ya que eso no me pasaba desde hace tiempo.

En ese momento momento entra Antonio, un sirviente de William y de los primeros vampiros que convirtió, es alto pero no tanto como William y es muy pálido con ojos verdes y pelo castaño claro.

- mi señor lo buscan los humanos con los que estaba haciendo el trato de las tierras.- dice Antonio serio mientras ve a William.

- muy bien llevalos a la sala de reuniones, en un momento bajo.- ordena y de inmediato Antonio desaparece del cuarto.

- por cierto que es este cuarto nunca había entrado.

- aquí es donde hacemos experimentos, también traemos a que se recuperen los que son atacados .

- ya veo.- dije observando de nuevo el cuarto.- ¿y que tipo de experimentos hacen aquí?

- lo que sea desconocido y nos pueda dañar.- dijo pensativo.- por ejemplo, lo que sucedió contigo.

- ya veo.

en ese momento se escucho la puerta abrirse y entro un anciano con lentes azul claro, una bata blanca, y pantalón negro con una camisa azul entre marino y claro, esta mirando y anotando cosas en un folder que llevaba mi nombre.

-pues muy bien señorita.- dijo sin mirarme.- se puede ir, solo que tiene que alimentarse muy bien ya que seguirá muy débil unos 3 días mas, cualquier cambio repentino no dude en regresar o avisarme, yo enseguida la ayudare.- después  de esto alzo su vista y miro a william.- le suplico que la traiga dentro de 3 semanas, para ver su estado.

-claro que si.- afirmo y me tomo la mano.- vete a cambiar.- me ordeno a lo que yo asentí y camine hacia una pequeña cortina la cual abri, el doctor se retiro, cerrando la puerta al salir .

pero  no estaba mi ropa solo un pequeño banco.
-como quiere que me cambiar si ni siquiera encuentro mi ropa.-pensé.

- am will,¿crees que me puedas decir en donde esta mi ropa?.- dije mientras lo veía.

-cierto.- dijo y agarro su celular tecleo algo.

 acto seguido entro una mujer con una bolsa grande y una sonrisa al ver a william, era alta con un cuerpo muy delgado, con el pelo corto, se acerco sigilosamente moviendo sus caderas con descaro y le tendió la bolsa a william.

-aquí esta lo que ordeno, lo elegí yo misma.- dijo mientras dejaba la bolsa en la cama.

 la verdad creo que no se a dado cuenta de que estoy en el cuarto por que en ningún momento a posado su vista en mi o siquiera saludado.

-claudia.- dijo mientras tomaba la bolsa y me la acercaba.

claudia volteo a verme y la sonrisa se le borro, una expresión de terror la remplazo, con sus manos se tapo la boca y ahogo un grito, sus ojos mieles no dejaban de verme con asombro y sin creer que me veía  cosa que me incomodo, William se puso tenso lo se por que al agarrar la bolsa sus manos la sujetaban con mucha fuerza, al tener la bolsa en mis manos cerré la cortina y me desprendí de la bata, pero la cortina se abrió de golpe y claudia me miraba, como examinándome,lo cual era muy molesto por que estaba en ropa interior, en eso una mano la jalo hacia atrás haciendo que la cortina cayera al suelo y dejándome a la vista de William, que tenia a claudia agarrada del cuello contra la pared.

- te ordeno que no hagas nada imprudente.- dijo mientras apretaba mas el cuello de la pobre joven.

-¿que le hiciste?.- dijo en un hilo de voz.

-es una de nosotros.- dijo severo.

-no, no puede ser.

- pues así son las cosas ahora.

-ella debió haber muerto junto con.- no pudo terminar la oración ya que  fue lanzada hacia la puerta y William abrió la puerta y la jalo hacia lo que era un pasillo.

yo estaba anonada de ver tal escena

-a que se refería con que yo debía estar muerta.- pensé.




Atada a un destino que elegiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora